Adrienne Lively:
Mi teléfono suena y nos interrumpe. Tengo que admitir que estoy un poco aliviada, vuelvo a la sala de estar mientras respondo.
«Llamada con Jay»
«Adrienne»
Hola Jay, ¿Qué pasa?
«Jay»
Adrienne, ¿Cómo estás? ¿todo bien? No has venido el día de hoy a trabajar
«Adrienne»
Amanecí un poco enferma pero estaré bien, regresaré a la oficina mañana —le diría con calma—
«Jay»
Es estrés, trabajas demasiado y necesitas unas vacaciones—confirmaría con un lamento—
«Adrienne»
Voy a estar bien, es solo que no me sentía bien esta mañana. Probablemente es un poco de estrés por la fecha límite, pero un día de descanso ayuda—expresaría con serenidad—
«Jay»
Probablemente sea tu virginidad la que te corroe por dentro y se abre camino para destruir el resto de tu cuerpo —comunicaría como todo un profeta—
«Adrienne»
Guau, eres súper chistoso —fingiría una risa—
«Jay»
¿Por qué no vamos a visitarte esta noche?
«Adrienne»
No hay necesidad. Me voy a dormir temprano, quiero asegurarme de llegar bien al trabajo mañana.
«Jay»
Está bien, pero prométeme que me llamarás si necesitas algo. Me preocupas querida —diría con un tono de voz preocupado—
«Adrienne»
Lo prometo —confirmaría vehemente—
Cuelgo el teléfono y veo a Landon se encuentra sentado en el sofá, en silencio. No dice nada, la distancia sigue ahí presente entre nosotros.
¿Está realmente molesto? No quiero herir sus sentimientos, estamos hablando de Landon Downey pero tampoco quiero ilusionarme para que después me rompan el corazón.
ESTÁS LEYENDO
Una señal del Destino
ChickLitAdrienne Lively se enorgullece de ser inteligente, remilgada y correcta. Ella no va en contra de las reglas de la sociedad y se niega incluso a tomar un trago de tequila. En otras palabras: conservadora y tradicional. Landon Downey, el soltero más b...