Febrero 05, 2019

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Tenía 17 la última vez que creí que un trago demás no hace la diferencia y que un tonto vaso en la mano te hace ver cool y con personalidad. Digo, el tiempo y las arrugas no pasan en vano pero la cruda moral es imperdonable y eso lo aprendí a las patadas. Era verano de 2018 en Venezuela pero invierno para Taylor Swift y unos días antes de San Valentín el mismo día del cumpleaños de mi padre; y también una gran fiesta en el centro de la ciudad donde todos mis amigos y amigos de mis amigos y los amigos de ellos iban a estar. Y por supuesto como todo adolescente pseudo-adulto que cree que la vida da vueltas entrono a él exigía estar de primero en esa fiesta.

La noche estaba un poco fría y el aire salado de mi ciudad entraba en mis ojos en forma de pequeños granos de arena. Vivo en una pequeña ciudad cerca de la costa y rodeada de playas, es una especie de isla pero menos caribeña y claro, muchísimo más aburrida.


Mensaje de Texto de Bei🌻:

[VAMOS A IR?????? 20 minutos más y se arrepiente mi mamá]

Mensaje de Texto de Vicky💓:
[Ya estoy aquí, no te veoooooo]

Mensaje de Texto de Alejandra🐥:
[Estoy con Vi, ¿dónde estás? Acabamos de ver a J.]

Estamos cantándole el feliz cumpleaños a mi papá y yo aún no le digo que me voy pero tampoco me quiero escapar, así que dispongo a pedirle permiso. Pero no puedo, entonces con toda la confianza del mundo y como si no tuviera un nudo en la garganta le digo...

—Papá....
Él me mira y todo el mundo hace silencio así que ya no queda de otra que decirle.

—Voy a salir con Bei a una fiesta, papá. —dije al aire fingiendo que no tengo 17 y que no puede decirme que no.

—Nagueboná, ni en mi cumpleaños se quedan. —dijo del otro lado de la sala y luego soltó una carcajada.

—Bueno, en 10 minutos ya no será tu cumpleaños. —tomé las llaves del carro y se las mostré en señal de "adiós"—.

Mi papá era un poco dramático pero bueno, da igual, compartimos todo el día y está con todos sus amigos; ni siquiera me va a extrañar. Así que paso por Bei y nos vamos a la fiesta.

Me acerco a la calle y a unos 50 metros de distancia observo a la Rihanna de la cuadra. Llevaba puesto un vestido rosado que brillaba y una cadenita con un dije de girasol.

—¿Cómo me veo? —preguntó Bei segura de que se veía súper bien y sin esperar una respuesta más clara y directa que la mía.

—Arrechísima.

—Es que yo sé —dijo y se montó al carro despidiéndose de su mamá.

—No puede ser vamos tardísimo, ya todos están allá —dijo Bei mientras se retocaba y se tomaba algunas selfies.

—No todos, faltamos nosotros —dije sin dudar un segundo que mi presencia era requerida ese lugar. Porque ante todo seguridad. Siempre. Claro que sí.

—¿Crees que J esté allá? —intent poner algo de música.

—Lo más seguro es que sí, pero da igual. Hoy te ligas a alguien más bello o bella o a nadie, pero vamos a disfrutarlo. —Bei me mira y me dice: but first? —espera por mí y enseguida me río.

—Let me take a selfie —y pongo esa canción mientras llegamos al lugar de la fiesta ya que es la mejor puta canción que puedes escuchar antes de llegar a una fiesta si quieres activar el confident mood.

Un Verano en el Lago Faith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora