Destinado a caminar más alla de la Oscuridad

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Parte I

Año 2993, el sol iluminaba el inmenso cielo, las enormes y hermosas nubes seguían su camino hacia el flujo trazado por el viento. Su gran esplendor hacia vislumbrar aquellas áridas tierras que emanaban el hedor de la muerte y soledad.

Nada podía esconderse de su luz, ni siquiera el silencio mismo podía ocultarse de él.

En las planicies del Olvido, conocida por ser una zona prohibida y letal para el humano ordinario. Un lugar repleto de monstruos que habían mutado a lo largo del tiempo; yacían en cada rincón de este inmenso lugar.

Se había convertido en el hogar de muchas razas de monstruos, los cuales eran calificados según su fuerza y nivel de amenaza para la vida; otros según su utilidad para el avance y desarrollo de la humanidad.

Mientras pasaban el tiempo, a lo lejos se podía observar un pequeño grupo que se encaminaba en dirección a las planicies. De manera ordenada, vestían un traje de color negro mate, por su manera de ser y de actuar, se podía observar que no eran un grupo simple.

Al acercarse más, se podía ver más a detalle el diseño de esta vestimenta; era extraordinariamente ajustada a los diferentes cuerpos de los miembros del grupo, independientemente de sus características físicas. Se podía contemplar que era un diseño especializado para todo tipo de terreno; automatizado para facilitar un mejor desempeño para los soldados en batalla.

De manera minuciosa cubría de forma detallada y sofisticada cada lugar importante del cuerpo, de manera que no imposibilitara al soldado su campo de visión en batalla; aumentando la capacidad motriz del cuerpo de manera exponencial, explotando su agilidad y capacidad al máximo, para reaccionar con mayor rapidez a un ataque inesperado, y responder de manera eficaz y contundente, con el propósito principal de elevar al límite las habilidades de su portador.

Al frente, liderándolos, se podía apreciar a un joven de unos dieciocho años de edad, su rostro era serio y frio, su cuerpo fornido y en óptimas condiciones físicas que atestiguaban las crudas batallas que había enfrentado en su corta vida, su mirada llena de ferocidad, exudando confianza y autoridad.

Su nombre era el teniente Dan Anderson. Mago de rango B, grado Avanzado de tipo fuego, capitán del equipo «Piedra Negra». A quien se le asigno liderar esta nueva misión.

Alrededor de él, podía apreciarse una densa aura rojiza emanando, denotaba una vasta experiencia en batallas de vida y muerte. A pesar de tener una corta edad, sus antecedentes lo convertían en la persona idónea para misiones importantes de un gran nivel. A su lado derecho se encontraba su asistente, el subteniente Paul Cooper. Mago de rango C, grado Alto de tipo tierra. Y a su lado izquierdo el vicecapitán Matías Moore. Mago de rango C, grado Alto tipo agua

Detrás de él, se encontraba la sección especial «Aurora» del «Batallón Se» de la Alianza Mundial para el Desarrollo de la Humanidad (A.M.D.H); situada en el fuerte Chikome del pacifico, de la República Federal de Centro América (R.F.C.A), soldados con entrenamientos especializado, preparados para responder de forma inmediata ante cualquier situación o circunstancia.

Ahora se estaban preparando para una nueva misión de reconocimiento, pero esta vez adentrándose hacia las profundidades más oscuras y desconocidas de las planicies del Olvido.

El joven capitán se dio la vuelta y con una mirada llena de confianza, observo aquel grupo de soldados a su cargo, que estaban formados de manera ordenada, a la espera de cualquier orden emitida por su líder.

— "Como saben, hoy estamos aquí para una misión de suma importancia. La cual se me ha designado liderar."— Con voz de mando se dirigió el capitán Anderson al grupo.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2022 ⏰

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