Hechizado por ti -kookjin-

Capítulo 1 : Jin está reevaluando sus opciones de vida

Hacer magia es difícil. Jin está reconsiderando todas las opciones de su vida en este momento. Se frota la cara con las dos manos, mira la rata muerta en el escritorio que tiene delante y suspira. Se supone que esto es fácil, los fundamentos de la nigromancia de primer año.

La nigromancia nunca fue el campo favorito de Jin. Le parece vergonzosa e invasiva. Eso no cambia el hecho de que se supone que ya debería saber cómo devolver la vida a una rata. Es como las funciones cuadráticas o la historia del colonialismo; probablemente nunca va a ser útil, pero todo el mundo tiene que aprenderlo en algún momento.

A Jin le gusta pensar que es un tipo seguro de sí mismo. Sabe que se ve bien. Sabe que es inteligente y tan encantador que puede hablar con cualquiera prácticamente hasta el orgasmo. También sabe que podría haber ido a la escuela de arte, como pretendía al principio, y convertirse en modelo o actor. Eso habría sido tan sencillo.

Pero Jin eligió asistir a la Academia de Magia de Bangtan y convertirse en un hechicero. Era perfectamente consciente de lo que estaba en juego, sabía muy bien lo que se le iba a pedir, y se lanzó de cabeza. ¿Qué carajo lo poseyó para ponerse voluntariamente en esta situación? Nunca lo sabrá.

Se siente un poco como si se hubiera jodido a sí mismo.

"Estás distraído otra vez", refunfuña Jungkook desde unas filas detrás de él, donde está sentado con las piernas cruzadas en el suelo del aula.

Jin suspira con fuerza. Fue él quien sugirió buscar un aula vacía para hacer una sesión de repaso de última hora, así que Jungkook participa de mala gana. Por desgracia para los dos, es esencial que dominen esta habilidad antes del examen de mañana.

"Esto es totalmente en tu culpa, Jeon Jungkook", dice Jin. "Tú, y tu flujo de magia inestable. ¿Qué quieres que haga con eso? Se supone que esto es un trabajo preciso".

"¿Inestable?" Jungkook suena insultado. "Hemos estado en ello durante horas. Yo soy el que está haciendo todo el trabajo pesado aquí".

Teóricamente, la magia es como cualquier otra ciencia. Es en su práctica donde hay una diferencia. Mientras que la ciencia -como la química o la astronomía- puede practicarse con instrumentos, la magia sólo puede realizarse con dos personas trabajando juntas como poseedor y lanzador. Los estudiantes que entran en Bangtan eligen al inscribirse qué rama desean estudiar. Los portadores aprenden a acceder a la energía mágica en bruto y a transferirla al lanzador en un flujo constante a través de un vínculo. Los lanzadores aprenden a alcanzarla y a darle forma en un sinfín de posibilidades de hechizos. Un maestro lo explicó una vez así: "Si es el poseedor quien crea las raíces, el lanzador es quien asegura el florecimiento". Poético.

Desgraciadamente, tras cuatro años de estudios, Jin no va camino de convertirse en un buen lanzador. Es torpe y poco refinado, mediocre en la mayoría de los campos. Es frustrante porque trabaja muy duro todo el tiempo. Creía que mejoraría con el tiempo, que acabaría cogiéndole el tranquillo. Pero Jin se hace mayor y no mejora.

Se retuerce en la chirriante silla de madera del escritorio y vuelve a empezar por duodécima vez. ¿Sabes que dicen que a la duodécima es la vencida?

Respira profundamente. Inhala y exhala. Conoce las palabras, recuerda la proporción... esta vez debería funcionar.

Alcanza el pequeño bulto blanco frente a él y tira del enlace que Jungkook creó para ellos. Puede sentir la irritación de Jungkook a través del enlace pero lo ignora. Pueden hacerlo. Jin sólo tiene que enhebrar la vida y el cuidado en una precisa ráfaga de magia curativa restauradora. Es fácil.

Pasa un tiempo y Jin gime de frustración. No hay señales de resurrección. La pequeña rata blanca sigue muy muerta sobre el escritorio.

Jin quiere culpar a Jungkook por ello. El éxito de cualquier hechizo de nigromancia está íntimamente relacionado con un vínculo saludable. Cuanto más fluida sea su conexión, más fácil podrá Jin realizar su hechizo de resurrección. Lamentablemente, un vínculo siempre se ve profundamente afectado por el estado de la relación entre el lanzador y el poseedor, y no les va bien en este aspecto.