BEAUTIFUL FEAR
CAPÍTULO 5: MALENTENDIDO
Pedirle ayuda al tío de JungKook fue la mejor idea que pudimos tener, a decir verdad. El que hubiese aceptado la sexualidad de su sobrino antes, al igual que el resto de los Jeon, nos sirvió de refugio a la hora de pedir un consejo para saber qué hacer con la situación de mi mamá.
El señor TaeYang era casi una copia de su hermano menor, al igual que de mi novio. Su piel bronceada, ojos achocolatados, sonrisa amable y quijada marcada hacía que varias personas con fama de santas dudaran de cuán puros eran. Algunas mujeres solteras (o casadas) llegaron a lamentarse por no poder permitirse algo con él.
Conseguimos una cita en la media tarde del siguiente domingo. Asistimos, a pesar del extraño clima de aquel día. El viento era fuerte y muy frío, a comparación de la brisa otoñal que comúnmente se tenía en Busan. Casi juré ver a una señora flaquísima casi salir volando al pasar frente al supermercado.
Kookie entrelazó nuestras manos tras habernos persignado, me sonrió con los labios cerrados y yo besé su pequeño lunar en el mentón, antes de encaminarnos hacia la oficina del hombre en cuestión. Aprovechamos que las misas continuarían hasta casi dos horas después bajo la palabra del otro padre, el señor Hwang.
Su tío nos recibió con un tono agradable, similar con el que se presentó a mamá y a mí, dejándonos sentar en los cómodos sillones de piel sintética frente a él. Al haber acabado con su horario laboral, usaba una camisa de botones simple.
El despacho era muy pequeño, con un escritorio de madera, grandes repisas llenas de libros viejos, un par de burós a juego con el resto de los objetos hechos de madera, algunos sitios cómodos donde tomar asiento, una chimenea que se veía que no la usaban desde hacía mucho y un par de ventanas con pequeños vitrales.
Justo en una esquina de una mesita, yacía una vela aromática de canela y naranja.
Nos preguntó la razón clara de nuestra urgencia y ahí fue donde yo comencé a contarle todo, casi como si de un psicólogo se tratase, con un poquito de apoyo por parte de mi novio. Se limitó a escucharnos con un semblante serio y atento, sin una mirada juzgona o una expresión tensa, como cualquier desconocido pudo haber esperado, dada su posición religiosa, su edad e incluso género.
Le platiqué todo respecto a cómo mamá inició a acercarse a la iglesia después de la marcha de mi "donador de esperma", sobre mi vida estudiantil, de cómo mi "amistad" con JiSeong me llevó a descubrir mi orientación sexual, acerca de mi justificada inseguridad de no ser aceptado en mi familia por eso mismo y referente a que, aún con todo el asunto, prefería quitarme el peso de encima, decirles todo de manera directa y salir con su sobrino sin miedo a que algún conocido nos vea y le cuenten a mi madre.
Él suspiró al confirmar que, en efecto, a lo mejor batallaría un poco más de lo que le gustaría. Su trabajo, hasta cierto punto, trataba de orientar a los fieles por el buen camino; así que, al haber acudido hacia su persona, deseé con todas mis fuerzas que tuviera mínimo una idea para saber cómo tratar todo.
—Incluso a nosotros, los comunicadores de la palabra de Dios, no nos toca juzgar ese tipo de detalles en las personas. No sé a qué le temen tanto, si no son ellos los que están en una relación —masculló y escribió un par de cosas en una libretita forrada—. Los humanos somos tan débiles que acudimos a la fe para refugiarnos en ella, sin importar las adversidades. Puedes creer en la moral y ética, en el bien y en el mal, ¿pero en un libro tan antiguo?
Por un momento, creí que se salió de su papel de sacerdote y me sentí un poco incómodo, sin saber si estaba bien que oyéramos sin filtros sus pensamientos.
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Beautiful Fear
FanfictionJiMin y su madre se mudan a casa de la abuela Park, después de un suceso incómodo en la vida de ambos. ¿Qué pasará cuando el menor de la familia conozca al sobrino del sacerdote Jeon y se enfrente al miedo más hermoso? * KookMin. * Historia corta. ...