Gracias al gato • 𝙧𝙚𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜

1. Tímido.

Jisung siempre ha sido tímido, considera ese su mayor defecto, porque siempre que desea hablar con alguien, se vuelve un manojo de nervios y termina soltando bastantes cosas vergonzosas, esta situación que lo hizo desistir de su deseo por socializar, hacer amigos y vivir el sueño adolescente de ser popular; pero afortunadamente se ha manejado para conseguir personas que gozan de las tonterías que les dice, entonces los volvió sus mejores amigos, Jeno y Chenle. Pero aún así, le causa problema el no poder mostrarse a los demás, más cuando sus demás compañeros y la gente que está cerca de él, lo creen prepotente o agresivo porque claro, además de no tener el don del habla, también le dieron una altura que da miedo y un rostro de descanso para parecer el típico abusador escolar.

Con todo esto, hay que agregar que le gusta su vecino y lo único que consigue con su actitud, es un saludo de intercambio de sonrisas en la mañana mientras salen de sus casas y caminar en veredas paralelas con los audífonos puestos.

—Pienso que deberías hablarle. - le dice su amigo con un rostro neutro y comiendo ensalada, esta plática es frecuente. Jeno llega con ellos y toma el asiento al lado de Chenle.

—Son las ocho de la mañana y el profesor viene por la dirección, ¿Por qué estás comiendo desde ya? - dice con molestia al chino.

—¿Qué te importa? Él me deja comer en clase siempre. Mira porqué. - dijo y se levantó hacia la puerta del salón. —Hola profesor, buenos días, le traje un poco de mi ensalada favorita, está fresca y recién hecha, para empezar bien el día. - el profesor le sonrió y agradeció al adorable chico (su favorito), entró y dió 10 minutos extra para empezar la clase y de paso, comer su ensalada también.

—La comida deberías traerla para mí, siempre te comes la mía cuando te acabas la tuya. - replicó Jeno cuando este volvió con su sonrisa triunfal.

—¿Y si mejor se besan ya y así me ayudan a arreglar esto? - pidió Jisung con una mueca de asco. Los otros dos se vieron tímidamente por un segundo y continuaron en la plática.

—Ok, pero ya probaste con "actos de servicio" tal vez se enamore de ti por eso, no sé, dile que tiene algo en el cabello y quítaselo... - las pupilas en los ojos de Jisung se dilataban y regresaban al estado principal. —¿Estás disociando de nuevo?

—Volví, perdón, estaba haciendo realidades dónde me ama y es mi novio. - sus amigos lo vieron con pena.

En la hora de recreo, Jisung estaba tranquilo, disociando de nuevo, hasta que el cielo le aventó la mejor señal que pudo, Chenle solo se quedó callado de repente y él regresó a la realidad, en la que Renjun a su lado, se sentó y le habló.

—Disculpen chicos, se los voy a robar un momento. - lo tomó del brazo y Jisung no se sentía autónomo, se movía por pura suerte. —¿Jisung, verdad? - con lo que su cerebro le permitió comprender, asintió. —Soy Renjun. Lo siento por lo repentino, pero como sabrás soy tu vecino y necesito un favor, te pagaré lo...

—Si, lo haré. - interrumpió, el chino lo vio y comenzó a reír bastante, creyendo que el otro estaba bromeando, Jisung lo miró serio y asintió, así que se aclaró la garganta y continúo.

—Oh, gracias, verás, viajaré con mis padres este fin de semana, y necesito que alguien alimente a mi gatito dos veces al día, en la mañana y por la tarde y juegues con él por 30 minutos, yo sé que es demasiada molestia, pero...

—Está bien, acepto. No importa, no te cobraré nada. - dijo seriamente, no necesariamente por estar molesto, sino porque no sabía actuar de otra manera. Renjun lo encontró lindo, pero procedió a decirle que no aceptaba eso, que le pagaría.

—Ok, ¿Qué te gusta, helado, de qué sabor? Te puedo incluso llevar a una hacienda con buena comida, es un favor grande.

—No es necesario, me gustan los gatos y mamá estará feliz de saber que saldré para algo más que ir con Chenle y Jeno. - accidentalmente sonrió con todos sus dientes expuestos y habló sin sonar serio, dijo algo vergonzoso y lo peor es que no sabía de dónde había salido eso; se cubrió la boca inmediatamente.

—Eres muy tierno, lamento mucho que únicamente te hable para algo como esto, pero no confío en ninguno de mis amigos para esto, lo van a olvidar, si quieres puedes ir con tus amigos, hoy por la noche te iré a dejar la llave de repuesto de mi casa. - Jisung ignoró todo, solo sabía que dijo que era tierno y fue a lo único que le dió importancia.

—No te preocupes, no te voy a fallar. - el chico le agradeció y se despidieron de nuevo. Regresó a su grupo, se sentó y los otros lo miraban esperando. —No me van a creer.

—¿Qué? - dijieron exaltados al unísono.

—Me dijo que soy tierno y que si puedo cuidar a su gato.

—¿En ese orden? - preguntó Jeno.

—No, primero lo del gato y pues, sonreí porque estaba cómodo y me dijo que era tierno.

—Oyeee. Esto es serio.