Capítulo 3

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El sol salió, mis ojos se movían, quería seguir durmiendo pero no podía, abrí los ojos, y estaba acostada en la arena

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El sol salió, mis ojos se movían, quería seguir durmiendo pero no podía, abrí los ojos, y estaba acostada en la arena. Abrí la boca y escupí la arena que tenía dentro. Me senté y vi el agua, estaba tranquila, debió ser un sueño... 

Me levanté y me sacudí. Me giré y estaba mi madre.

—Buenos días, hija.

—Buenos días.

Me de un bolso que traía, sacó unas frutas.

—Es lo único que puedo traerte, hubo una emergencia en la guarida.

—¿Qué sucedio?

—Dicen que intentaron robar la piedra lunar. —me dio las frutas

—¡¿Qué?!

—Pero tranquila, solo era una ave pasando por ahí. Tu concentrate en esto.

Mire a otro lado mientras mordía una manzana, vi nuevamente la misma figura estaba sentada en una roca, pero en un pestañear de ojos, ya no estaba...

Mire a otro lado mientras mordía una manzana, vi nuevamente la misma figura estaba sentada en una roca, pero en un pestañear de ojos, ya no estaba

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Tristán:

Me metí lo más rápido al agua, nadé por los arrecifes, pasé por los corales y moví las algas. A la lejanía, divise la punta de algo, era el castillo de Wamai...

Swimming with the WolvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora