FOUR

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El sol había salido por completo cuando volvieron a casa de Louis, siendo la tranquilidad de la mañana del domingo interrumpida únicamente por el sonido metálico de las puertas de la camioneta tras aparcar, y sus pasos al subir los escalones de la entrada. Ahora que estaba en casa, Louis sintió que el cansancio se apoderaba de él. Su cerebro estaba confuso y su cuerpo se sentía pesado mientras abría la cerradura, listo para meterse en su cama y dormir durante varios días. Pero cuando alcanzó el pomo, dudó, sonriendo para sí mismo al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

Louis se volteó hacia él, jugueteando con sus llaves mientras se apoyaba en la puerta. Harry estaba de pie, con las manos en los bolsillos, sin parecerse en nada al chico nervioso que había llegado a su casa la noche anterior. En aquel momento, había sido una mezcla de músculos rígidos y movimientos torpes, esperanzado, nervioso e inseguro. Ahora, su postura era tranquila y desahogada; parecía íntegro, seguro, con la camiseta un poco arrugada, el pelo revuelto y los ojos cansados. Había una sonrisa de satisfacción en su rostro que le decía a Louis todo lo que necesitaba saber, que esa era su decisión, que no importaba lo que pasara después, Harry volvería. No se iría a ninguna parte.

Louis lo tomó de la mano y tiró de él para cruzar el umbral. La suave presión de sus dedos entrelazados fue más que suficiente para suplir cualquier cosa que no se hubiera dicho. Los guió por el silencioso pasillo, con cuidado de no despertar a Liam y Zayn mientras entraban a tropezones en su dormitorio. Louis se quitó los zapatos mientras rebuscaba en su armario y se cambiaba el jersey por una camiseta de gran tamaño. Se estremeció un poco cuando se puso la tela fresca y desgastada por encima de la cabeza antes de lanzarle una a Harry, quién se estaba tambaleando tratando de desenredarse de sus skinny jeans. Louis se aguantó la risa y se quitó los pantalones, dejándose caer en la cama y metiéndose entre las sábanas. El colchón se hundió y sintió que Harry se deslizaba bajo el edredón, estirando sus enormes extremidades antes de rodear a Louis con un suave suspiro. Louis se acurrucó en su pecho y sus párpados empezaron a caer mientras su respiración se relajaba.

What a feeling to be right here beside you now, holding you in my arms

"¿Hazz?"

"Mmph".

"Te amo". Harry abrió los ojos y lo miró con curiosidad, frunciendo ligeramente las cejas. Louis se movió inquieto. "Me acabo de dar cuenta de que... en el mirador como que me salté esa parte e hice una estúpida broma y solo... necesito que lo sepas. Te amo. Mucho".

Harry sonrió. "Lo sé, Lou", dijo, rodando sobre su espalda y tirando de Louis encima de él. "Ahora bésame, tonto".

Besar a Harry era la promesa de unir pequeños lazos.

• ────── ✾────── •

Cuando Louis se despertó, estaba solo.

Debía de ser casi de noche, ya que la luz del ocaso proyectaba un resplandor dorado sobre las almohadas donde Harry se había quedado dormido. Extendió una mano, pasándola por las sábanas; estaban frías al tacto. Louis se incorporó sobre sus codos, frunciendo ligeramente el ceño: Harry no parecía el tipo de persona que se iría sin despedirse. Estaba a punto de levantarse cuando oyó voces procedentes de la sala de estar.

"Así que son tres... cuatro, cinco, seis..."

"Malabami no es una palabra, amor", dijo Liam con paciencia, sonando divertido.

"¿Qué? ¡También lo es!", gritó Zayn, ofendido. "Es una ciudad de California..." Su voz se tornó repentinamente insegura. "O quizás... ¿Florida?"

Se hizo el silencio. Y entonces, la casa estalló en frenéticas carcajadas.

Louis sonrió. En medio de la cálida risa de Liam y el estruendo efusivo de Niall se oyó la gran carcajada tonta de Harry.

Style (Louis' Version) || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora