Este en un one-shot de uno de mis ship culposos, mikey bonten x shion, creo que soy una enferma joder.
Los personajes no son mío, son del mangaka Ken wakui, la historia en cambio es de mi autoria.
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Shion era un desastre absoluto. Estaba temblando y respirando pesadamente mientras tartamudeaba con cada inhalación y exhalación mientra se frustraba más y más por segundo. Estuvo atado durante los últimos quince minutos, de rodillas, inclinado hacia adelante sobre los codos, las muñecas atadas con una cuerda mientras el sistema de sujeción estaba conectado a la cabecera de su cama y sus piernas estaban lo suficientemente separadas para tener su polla. cerca de la manta, tan cerca, sin tocarla.
Y estar en esta posición significaba que su trasero desnudo sobresalía, ofrecido como un premio; un premio que el señor del crimen de Bonten aceptaba gustosamente con los brazos abiertos. ¿O fue con las manos abiertas? ¿Dedos abiertos?
Había una especie de juguete en el trasero del león tatuado, pulido y curvado hacia abajo con una pequeña bola en el extremo que presionaba contra su próstata, pinchando, empujando y frotando mientras Mikey la movía. Shion nunca había hecho esto antes, nunca había tenido nada en su trasero sin una mano en su pene, pero Mikey le había prometido que esto se sentiría bien, que se sentiría bien.
Y lo hizo, pero, Dios, solo lo estaba volviendo un desastre e impaciente y...
Oh, carajo.
Madarame jadea y un gemido repentino y necesitado escapó de su garganta, los ojos se agrandaron cuando una espiral de calor apareció en lo profundo de su estómago y en la base de su columna vertebral, un sentimiento que conocía muy bien; se iba a correr, oh, carajo, se iba a correr.
"Maldita sea, shion-chin, suenas jodidamente bien", Mikey arrulló detrás de el. La muñeca del lider de Bonten se torció un poco para que la bola en el extremo del juguete se moviera contra la próstata del rubio y le enviara directamente al borde, el cuerpo tensándose, la polla pulsando, gimiendo.
Pero algo era diferente, algo estaba mal.
Shion mira hacia abajo debajo de si mismo y casi podía ver su polla latiendo, pero... ¿no había semen? No tenía sentido; sabía que se había corrido, jodidamente lo sentía, entonces, ¿¡qué estaba pasando!?
