Deja escapar un abrupto y agudo chillido cuando el collar de cuero negro se incrusta en la sensible piel de su cuello. Muerde su hinchado labio inferior con suavidad y mira con ojos llorosos al adolescente frente a él.
Izana completamente vestido está sentado en la cama de dos plazas, en su mano derecha sostiene una delgada correa de cadena que conecta al collar de cuero que porta el rubio.
Shion está arrodillado a sus pies solo con su ropa interior, su espalda está encorvada y tiene las piernas entumecidas por estar tanto tiempo en la misma posición.
El de cabellos blancos lo observa con sus grandes ojos rojizos y una sonrisa pequeña se extiende en sus delgados labios.
Afianza su agarre en la correa y tira con fuerza. Shion es arrastrado hacia adelante, sus manos caen en los firmes muslos de Izana y se sostiene para evitar chocar su rostro contra el firme pecho del más bajo.
Siente que el aire se le corta cuando Izana sigue jalando la correa a pesar de que no pueden estar más cerca, aprieta sus labios juntos para evitar suplicar y es recompensado cuando Izana deja caer la correa de cadena.
Shion apenas registra el ruido del metal chocando contra el suelo de madera, su respiración está agitada y tiene que aguantar las ganas de rascarse el cuello, su piel pica con pequeñas heridas producto del roce del collar de cuero contra su piel.
—Cuando un perro sabe comportarse, puedes quitarle la correa.
Las manos cálidas de Izana acunan su rostro, sus dedos callosos de incrustan en sus mejillas tan fuerte que probablemente deje sus huellas marcadas en su rostro y lo hace levantarse del suelo, las piernas de Shion se sienten como gelatina y hormiguean incómodamente.
—Siéntate.
Shion comprende la orden al instante, separa sus piernas y se sube al regazo de Izana, sentándose sobre los fuertes muslos del otro adolescente y quedando su rostro a escasos centímetros, sus manos se posan sobre los hombros del más bajo para sostenerse.
Izana se inclina, sus narices se rozan y el cálido aliento del más bajo contra sus belfos le provoca agradables escalofríos.
Una de las manos de Izana se mueve con lentitud hasta posarse en su nuca, sus labios chocan casi dolorosamente y el de cabellos blancos muerde su labio inferior tan fuerte que puede saborear su propia sangre en su lengua.
Suelta un chillido cuando la mano que estaba en su rostro se retira y la siente descansar sobre sus desnudos muslos, las uñas de Izana se clavan en su piel, marcando su territorio con líneas rojizas y levemente sangrientas que resaltan en la palidez de sus piernas.
—Esto es mío.
Gruñe Izana alejándose apenas un centímetro, para luego chupar le herida en el labio inferior de Shion.
El rubio gime ante el ardor en sus belfos, Izana es cruel cuando besa, pero siempre consigue que su violencia se sienta como estar en el cielo.
Las largas pestañas de Izana le hacen cosquillas en las mejillas, y luego la mano en su cabeza deja de hacer presión para acercar sus rostros y se posa en el otro muslo, las filosas uñas incrustándose en su piel lo vuelven loco y no puede evitar mover levemente sus caderas.
—Quieto.
Susurra Izana, Shion obedece inmediatamente y suspira lastimosamente cuando los labios del contrario se alejan de los suyos.
Una sonrisa satisfecha se extiende por los delgados belfos de Izana, las callosas manos del más bajo sostienen su estrecha cintura y se inclina para dejar un pequeño beso en el hombro de Shion, levanta con la punta de su nariz el collar de cuero para tener acceso a la piel enrojecida de su cuello y muerde con fuerza hasta que la piel se rompe, pequeños hilos de sangre corren por su piel hasta su pecho.
Shion a pesar del temblor de su cuerpo, no se ha movido de su posición e Izana descansa su mejilla contra su cálido cuello, sintiendo los frenéticos latidos de su corazón.
—No tienes la menor idea de lo que me haces.
El rubio levanta la mirada cuando el más bajo se aleja, tímidamente observando el rostro sonriente de Izana y soltando un chillido cuando este los voltea, dejando caer a Shion sobre la cama.
—¡Lo has hecho muy bien! —Felicita Izana con orgullo— ¿Quieres una recompensa por tu buen comportamiento?
Una de las manos de Izana se desliza por el pecho desnudo de Shion hasta llegar a los belfos de este, quien desesperado por complacer separa sus labios para permitir que los dígitos se adentren en su cavidad bucal. Los dedos se posan sobre la resbaladiza lengua de Shion, mojando los dígitos con su cálida saliva.
—Eso es, buen chico —Susurra Izana embelesado por la imagen— Humedécelos bien para darte tu premio.
ღ ღ ღ*Si se preguntan porque Shion no tiene ningún dialogo, los perros no pueden hablar ;^) (?) No puede hablar a menos que Izana se lo ordene directamente, o para decir la palabra de seguridad.
*Había escrito un Izana x Shion antes, pero aquí es diferente al anterior. Aquí ellos tienen una relación y todo es consensuado, incluso tienen una palabra segura en caso de que Shion quiera detenerse.Gracias por leer ('。• ᵕ •。') ♡
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Good boy || Izana x Shion
Fanfic-¡Lo has hecho muy bien! -Felicita Izana con orgullo- ¿Quieres una recompensa por tu buen comportamiento? ➤Kurokawa Izana x Madarame Shion.