𝑻𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖, 𝒕𝒐𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕

II

- Pensé que Sang-woo te mataría de solo verte. - Expreso Il-nam mientras caminaba con Gi-hun en los pasillos de la escuela. - No deja que otros entren a su círculo social.

- Oh no diga eso. Se comportó muy bien conmigo. - Aseguró Gi-hun con una encantadora sonrisa.

- Se ve que aún no lo conoces. Pero no es un mal tipo, solo es...

- ¿Difícil de tratar? - agregó el nuevo profesor, causando una risa entre ellos. - Descuide. Trataré de no sacarlo de sus casillas y no preguntar tanto, aunque me será difícil sabiendo que pregunto hasta donde está el baño.

La charla que mantuvieron relajó un poco más a Gi-hun. Ese día tenía mucho trabajo que hacer como planear sus clases, conocer todo el equipo docente y administrativo, desempacar las últimas cajas en su nuevo departamento y estudiar su nueva área de trabajo. Era estresante si lo pensaba, pero Il-nam fue generoso al sugerirlo como nuevo docente y mano derecha del temido Sang-woo.

- Antes de que se me olvide, ten. Tendrás un grupo de tutorados como todos los profesores aquí. Estos chicos se quedaron sin un tutor desde hace unos meses y no puedo dejar que estén libres por ahí.

Il-nam depósito unas hojas en las manos de Gi-hun y este las reviso rápidamente. Eran muchos nombres, ¿Podría con tantos?

- Wow. Son... Varios chicos.

- Sé que los chicos pueden imponer con sus miradas sombrías y chistes, pero no te verán como carne fresca... Al menos los primeros días. - Il-nam no pudo evitar soltar otra carcajada mientras golpeaba el hombro de su compañero.

Gi-hun solo le regaló una sonrisa, mientras revisaba los nombres cuando dos en particular llamaron su atención. Eran dos nombres subrayados a comparación de los demás.

- ¿Por qué ellos están marcados? - Señaló Gi-hun.

- Oh, Ali Abdul y Kang Sae-Byeok. Ali es un chico de intercambio que está con nosotros, muy brillante si me lo permites. Y Sae-Byeok, bueno... Es un caso especial.

- ¿A qué se refiere?

- La chica rara vez viene a clase y si lo hace solo entra unos minutos para luego salir reportada a mi oficina o ella lo hace por su cuenta para salir a fumar. Sus padres nunca responden y ella ya ha estado en peligro de ser expulsada.

- ¿Tiene malas calificaciones?

- Para nada. Estuvo entre las primeras diez personas en sacar mejor calificación. Pero ya sabes cómo son los chicos, siguen en la incertidumbre de la vida y tratando de conocerse a sí mismos.

Pese a la edad, Il-nam mantenía un aura fresca y divertida. Parecía que comprendía a la juventud y sus necesidades. Gi-hun le agradaba eso, pues después de todo él había sido uno de los motivos para aceptar el trabajo.

- Haré mi mejor trabajo. - Prometió entusiasmado.

🍒

Giro la perilla suavemente y con sus característicos pasos silenciosos Sang-woo se adentro a su hogar. Coloco con cuidado su portafolio en la gran mesa que posaba a lado de su puerta y luego quito su perfecto calzado para solo colocarlo contra la pared.

Su apariencia mostraba serenidad, pero su mente era un caos total, como si sus ideas fueran un huracán furioso a punto de atacar de la peor forma posible. Por primera vez, experimentó la impotencia y frustración de la que tanto sus alumnos se quejaban. Cuando se quejaban de él.

Pensó en beber un poco, descansar y esperar la noche para trabajar en paz. Sus ideas y mente estaban en armonía cuando el silencio de la noche lo acompañaba. No obstante, aquella idea de que Gi-hun estaría pegado el por los próximos seis meses le era una tortura constante.