Todos corren para salvar su vida, el humo del fuego se extiende por todo el pueblo ahogándonos a todos en el proceso, corro con toda la fuerza que me permite mis piernas a la cabaña que está afuera del pueblo en el cual no puedo decir que es mi hogar pero el saber que mi hermana pequeña está ahí y a salvo de esta matanza hace que mis movimientos sean involuntarios.
Un caballo sale de la nada despavorido haciendo que tropezara y me caiga al suelo provocándome unos raspones, levanto mi vista del suelo y la imagen que esta frente a mi es lo más horrible de todas, por un lado veo como esos bárbaros atraviesan a la mitad a los hombres con su hachas como si nada, como si sus vidas fueran tan significantes, por el otro veo dos hombres que agarran a una mujer para comenzar a violarla con tanta rudeza que sus gritos lastimeros solo hacen hacerlos reír por la satisfacción que les provoca y por otro veo un niño pequeño llorando en el suelo llamando a gritos a su madre.
Esto se salió de control, estamos siendo masacrados por estos vikingos como si fuéramos plagas, salgo de mi estupor y vuelvo a levantarme para seguir corriendo, no sé como logro pasar desapercibida entre ellos pero agradezco que pueda llegar a la cabaña rápido, entre por la puerta estrepitosamente llamando a mi hermana a gritos pero me paro abruptamente al ver lo que está frente de mi, mis padres que no fueron más que unos abusadores con sus hijas, tirados en el suelo con un charco de sangre saliendo entre ellos y sentado en unos de nuestros muebles uno de esos bárbaros con mi hermana sentada en sus piernas ahogando sus sollozos, el vikingo a notar mi presencia comienza reír y sin apartar la mirada de mi lame la mejilla de mi hermana asustándola más.
- Parece que el Dios Odín me envió una ondina ¿qué dices pequeña? – habla con una voz ronca que hace estremecer todo el cuerpo, mi hermana no levanta su cabeza por nada.
- suelta a mi hermana por favor, puedes llevarte todo lo que quieras de esta casa – trato de negociar con él, voltea hacia mi hermana como si estuviera pensándolo pero niega al final.
- no, tú y tu hermana irán conmigo a mi ciudad y serás mi esclava, no se tu hermana tal vez la venda por un buen precio – toca el rostro de mi hermana secando algunas lagrimas – y ya vi tu mierda de casa y no tiene nada interesante que me pueda llevar – deja a mi hermana sentada en donde estaba y comienza a caminar a mi alrededor – pero tu – toca mi trasero dándome un respingón – y esa mocosa – me toma por la cintura acercándome a su cuerpo y dejando su cabeza descansando en mi hombro, pudiendo sentir su aliento en el cuello mandándome un escalofrió – ustedes son algo peculiar un color de pelo y piel tan blanco como la nieve – siento el rose de algo puntiagudo sobre mis muslos levantando un poco mi vestido manchado de sangre, ya ni si quiera puedo recodar como acabamos así.
Flashback
Me levante temprano como todas las mañanas hacer el desayuno a mis padres y a mi hermana, después de eso comencé los preparativos para ir el pueblo y vender las frutas de nuestra huerta como algunos huevos de gallinas, preparo bien la carreta que llevare y una vez que este hecho, voy al cuarto que comparto con mi solecito a cambiarme, decido colocarme un vestido de seda color lila dejando descubierto mis brazos y una abertura en v en mi espalda mostrándola, me coloco unas zapatillas un poco desgastadas y dejo mi pelo suelto caiga por mis hombros.
Al salir del cuarto mi solecito me abraza por la cintura deseándome un buen día para volver a correr a darle de comida a las gallinas, me acerco a mis padres que están sentado en la mesa dirigiéndome una mirada hostil, en estos casos no le doy importancia solo dejo que digan lo que quieran para después vender los productos tranquila.
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Atada a tu lado Bakugou Katsuki y tú
FantasyQuien diría que estaría junto a ti, , me elegiste ese día, nos salvaste de ser vendidas pero ¿a cambio de que? eres una enigma Bakugo Katsuki y eso me hace pensar que quiero saber todo de ti.