Capitulo 2

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- esto sabe horrible dice mi hermana al intento de sopa que nos han dado para comer, al menos es un poco comestible, suelto un suspiro, agarro el pan de mi hermana y comienzo a romperlo dentro de su sopa hasta volverlo espeso.

- con esto debería serte más fácil comerlo mi hermana prueba un poco y al ver que tenía razón comienza a comer a grandes bocanadas, niego divertida por su reacción y sigo comiendo la sopa.

El campamento está un poco vacío por la mayoría que fue a la cacería, solo se quedaron los que no los interesan, observo a mi hermana y noto que tiene una pequeña herida en el brazo, no lo había notado por todo el caos que había pasado, busco si cerca de donde estamos hay una planta que pueda utilizar para cortaduras y lo encuentro una a unos metros de nosotras, lo malo es que tendré que estirarme para agarrarla ya que la cuerda que tengo en los pies no me alcanzara para llegar.

Dejo el bol a un lado y comienzo a caminar hacia la planta, se tensa la cuerda y estiro mi mano todo lo que puedo sin todavía poder la planta, estoy a punto de tocarlo pero siento que algo afilado me roza la mano, haciendo que lo retire rápidamente si no quiero perder unos de mis dedos, llevándolo a mi pecho, unos ojos rojizos me miran molesto sin despegar su arma del suelo.

- ¿Qué crees que estas haciendo? su voz ronca me estremece un poco, alza el hacha con una mano y se lo coloca en el hombro, ¿todos aquí tienen buen cuerpo o son solo ideas mías? Señalo la planta para que vea lo que estaba buscando.

- mi hermana tiene rasguños, solo quiero esa planta para tratarla trato que mi voz no flaquee por el miedo pero apenas me sale, sigue sin despegar sus ojos de los míos, tratando de descubrir si le miento o no, a la final suelta un chasquido y se acerca a mi hermana tomándola del brazo y comienza a zarandearla haciendo que chille por sus heridas oye ¿Qué crees que haces?

Vuelve a dejar a mi hermana en su lugar alejándose de nosotras, que tipo más extraño y bruto pude ver, reviso a mi hermana para ver si no le hizo algún moretón pero solo veo las antiguas marcas, suelto un suspiro y hago que mi hermana se cueste en mis piernas para que este cómoda y duerma un poco.

Estoy quedándome rendida cuando escucho pasos nuevamente que se acercan, al abrir mis ojos veo un chico pelirrojo acercándose a nosotras con algo extraño en unas de sus manos.

- Ten pequeña me extiende un pequeño tarro, su voz es muy amable pero no debo dejar de influenciarme por eso que no lo tomo cuando me lo extiende es para tu hermana, me enviaron aquí por esto - lo ignoro apartando la mirada, cierra los ojos y suelta un pequeño suspiro mira solo tenlo para que cures a tu hermana, no debes dejar que las heridas se infecten o será peor odio que tenga razón, tomo el tarro y comienzo aplicarlo en las heridas de mi solecitos, el chico sonríe de lado y se marcha del lugar.

Estas personas son muy extrañas y no dejare de decirlo, mas aun cuando vi que el chico que nos trajo boto fuego azul por sus manos, primera vez que lo veo y no lo creo, en este pueblo somos gente normales si se puede decir así, si ellos no hubieran atacado el pueblo a cuantos hombres más me hubieran vendido mis padres, primero el hijo del señor Morgan, tal vez después fuera el carnicero, sacudo la cabeza con desagrado.

Flashback

Llego a mi puesto como todos los días, saco un banquito de la carreta y me siento en el, grito el nombre de las frutas llamando la atención de las personas, paso mi día sin contra tiempos y logrando vender casi todo, al menos no se quejaran que solo me quedara en la carreta tres zanahorias, vuelvo a colocar el banquito en la carreta, estoy a punto de irme pero siento unas manos agarrarme con brusquedad.

- Hola Katia, que lindo que te encuentro dice apretando el agarre.

- Hola Félix, puedes por favor soltarme me estas lastimando su toque es desagradable, ignora mi queja y me acerca más a él.

- tu padre te contó sobre el trato que hizo con mi padre sonríe burlándose de mí.

- desafortunadamente si pero descuida ya les dije que no, así que suelta tus horribles manos de mi ríe negando la cabeza.

- creo que no entiendes, no tienes escapatoria y será un placer quitar tu hermosa flor en sus ojos se muestra su deseo.

Me deshago con fuerza de su agarre y cuando estoy a punto de darle un golpe, escucho el sonido del acero a lo lejos y una turba de personas se acercan corriendo y gritando a donde estábamos, ¿Qué está pasando?

Fin del flashback

Despierto al sentir movimiento, mi hermana se talla uno de sus hermosos ojitos y suelta un pequeño bostezo, al ver que la estoy mirando se sonroja un poco y trata de ocultarse en mi cuello, rio por su ocurrencia y decido mecerla un poco, llevando mi cuerpo hacia detrás y hacia delante con suavidad.

- no quiero que nos separen susurra mi solecito, detengo mi movimiento y hago que me mire a la cara.

- nadie nos va a separar eso te lo aseguro se cristalizan sus ojos.

- no puedes prometer nada porque el destino es incierto, tú misma me lo dijiste una vez hermanatoma mi mejilla con su mano aunque se trataras de que no ocurra, al final nada va pasar como queremos, que bueno que te conocí hermana y perdón por la veces que me porte mal contigo.

- No digas eso mi solecito sus lagrimas bañan sus mejillas, siento escocer mis ojos pero aun así no suelto ninguna porque debo ser fuerte por ella eres la mejor hermana que me dieron, aunque nada es perfecto, te pediría a ti miles de veces como mi hermana me abraza repentinamente, le devuelvo el abrazo apretándola a mí con fuerza sin llegar a lastimarla.

- ¿estas segura? sorbe sus mocos.

- si solecito segura.

A lo lejos observo el rubio que casi me rebana los dedos observándonos, está entre un grupo de chicos hablando entre ellos pero parece no prestarle atención, se le acerca el pelirrojo que nos atendió diciendo algo que no logro escuchar por la lejanía, pero hace que el rubio grita a los demás y se pierda en el bosque con que grupo siguiéndole, esta va hacer una noche larga.

Atada a tu lado Bakugou Katsuki y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora