Atada a tu lado Bakugou Katsuki y tú

Capitulo 5

Vuelvo a dejar mi estomago en el mar con mi hermana siguiéndome de seguido, hace unos días dejamos el campamento para adentrarnos a mar abierto, dirigiéndonos hacia Kattegat, apenas pisamos el barco mi hermana y yo nos enfermamos del estomago, por suerte trata de hidratarnos un poco o estaríamos dejando este plano terrenal, después de estar segura que no iba a vomitar otra vez, me quede sentada arriba de unas cajas, mientras que mi hermana siguió viendo el paisaje.

- ¿primera vez en el mar? – se nos acerca el pelirrojo que nos dio aquella medicina la última vez.

- ¿se nota mucho? – suelta una mueca y sonrío cansada – pues por muy tonto que suene la gente creía que si te adentrabas a ella, un monstruo saldría y te comería.

- no es tonto, además es cierto – alzo una ceja incrédula - Se cuenta una rara historia de dos personas que se odian a muerte y compiten por ser el más grande de los Jarl, en una ocasión, ambos rivales se encuentran en medio del mar en sus respectivas naves, pero temerosos de destrozarlas en el combate, deciden enfrentarse sobre un islote que divisan, de esta forma, se desarrolla la batalla entre ambos bandos, pero no contaban que estuvieran sobre Hafgufa un monstruo marino que se hacía pasar por una isla y cuando los marineros desembarcaban, los hundía en el abismo llevándose consigo a toda la tripulación. Solo uno pudo darse cuenta a tiempo, se subió a su nave y pudo alejarse a tiempo antes que lo hundiera, pero el otro no conto con la suerte, cuando apenas se subía a su barco, Hafgufa lo devoro de un solo bocado sin dejar rastro.

Está claro que a estas personas les gustan las historias de terror, miro el océano nuevamente esperando que algo salga y comience a devorar todas las persona que esté dentro de esta nave, pero lo único que consigo es que lo poco que tengo en el estomago quiere salir una vez más, así que aparto mis ojos rápidamente.

- Buena historia pero dejando todo eso de lado y perdón si estoy siendo grosera pero ¿no hay o no tienen una medicina para mantener mi estomago quieto? – suelta una pequeña risa y se acerca primero a mi hermana – o...oye ¿Qué haces? – sumerge su mano en el agua y comienza a remojarle la cara por completo, después verla toda bañada de agua salada, se acerca a mí para hacer el mismo procedimiento.

- Listo es todo lo que puedo hacer por ti, ahora mira el paisaje les hará bien – y con eso comienza alejarse de nosotras pero antes que se retire le grito.

- ¡Espera! – Se voltea - ¿Cómo te llamas?

- Kirishima – dice dejándonos solas.

A pasar la tarde y llegar la noche, mi solecito y yo no volvemos a vomitar por lo cual es un gran milagro, vemos como ellos se preparan para dormir y decido hacer lo mismo con mi solecito pegada a mi pecho, cuando estaba a punto de quedarme dormida se nos acerca Mitsuki con dos cuencas de comida.

- coman primero antes de dormir es malo tener el estomago vació – cada una agarro una cuenca y comenzamos a devorarlo – ja ja más despacio sé que no tienen nada en el estomago pero no creo que comer como salvajes es buena idea – comienzo ahogarme y en medio de mi desesperación pido agua, cosa que me lo da rápidamente, mi hermana solo rueda los ojos y come tranquila, tomo una bocanada de aire al dejar de toser y dejo mi alimento a un lado.

- ¿falta mucho para llegar?

- en realidad no, mañana en la tarde deberíamos atracar en el muelle – me da palmadas en la espalda – así que por ahora tu estomago estará bien – es un alivio saber que no nos queda casi nada por llegar, siento un peso en mi hombro y veo que es mi hermana que sucumbiendo al sueño.

- tengo una pregunta – digo dejando a mi hermana en su lugar, suelta un ruido dejando mostrar que me está escuchando – no tienen una historia más, no sé cómo decirlo, ¿feliz? O mejor dicho con un final menos triste o a terrorífico – mira las estrellas pensando o buscando una historia entre sus recuerdos.

- Tal vez si hay una – me arrimo a ella muy entusiasmada – cuenta una historia que Thor va a buscar un caldero con una milla de profundidad a la guarida de los gigantes para poder celebrar una fiesta con el resto de los dioses. Hymer, su gigante anfitrión, se lleva a Thor de pesca y este pesca a la serpiente de Midgar, un terrible monstruo marino. Thor pelea con ella y consigue vencerla, al volver a la guarida de los gigantes, Thor se lleva el caldero y masacra a los gigantes con su martillo antes de volver a casa y celebrar su ansiado guateque.

- muy bien no está mal, tal vez no es la historia que esperaba pero esta sí estuvo atrayente – suelta una carcajada y se levanta.

- mejor duerme, mañana será un día pesado y ya tuviste suficiente con dos historias – se retira dejándome sola con mi hermana.

Me acomodo en una mejor posición que no me incomode y atraigo a mi solecito para proporcionarle más calor, no puedo evitar pensar cómo será el lugar, que si será frio, ¿tendrá arboles? O solo serian un lugar desolado y si sería un hogar para mi solecito y para mí.

Mi casa nunca fue un hogar, porque un hogar no debería ver malos tratos, ni padres que intente venderte al mejor postor solo para desacerté de ti, un hogar debería tener risas, cuentos antes de irte a la cama, que tus padres te besen en la mejilla y que te digan cuanto te aman y eso es lo que le daré a mi solecito, un buen hogar y que podamos decir que es nuestro. Antes de irme cerrar mis parpados, siento que alguien me observa y no es otro más que el rubio de mala cara, con sus cejas fruncidas y esos ojos rojos intenso como la sangre, no puedo evitar sacarle la lengua como una niña chiquita y cerré mis ojos ignorando su cara estupefacta.