𓇼 ִ bad boy ⎯⎯ .. 안 hyunho

O9.

── ¡Minho!── el rubio se acercó lo más rápido que pudo hasta el pelinegro que se encontraba tirado en el suelo inconsciente. Se agachó inmediatamente.

Hyunjin se apresuró a revisar el impacto de la bala, por suerte no había impactado sobre el pecho de Lee, pero si cerca de este. La herida estaba sobre su hombro izquierdo, el cual no dejaba de sangrar.

Hwang sintió las pisadas de los soldados que subían. Al mismo tiempo que la voz de su padre a través del megáfono.

── ¡Hyunjin, es tu oportunidad! ¡Sal de ahí!

El hombre miraba hacia aquel enorme edificio. Con la esperanza que su hijo saliera de él para poder abrazarlo y pedirle perdón por todo lo que había pasado, para poder llevarlo a casa y lograr que su esposa recuperará la sonrisa que últimamente había perdido. Para devolver la felicidad al hogar.

Sin embargo, Hyunjin nunca salió.

── ¡Chris! ¿Estás seguro que es por acá?── ChangBin frunció su ceño mientras corría.

── Tu solo no te detengas.

Puppy, que se encontraba atrás de ambos chicos, se detuvo al sentir su celular vibrar provocando que los otros dos hicieran lo mismo.

Minho. 😾

¡Hyung! Necesito su ayuda pronto.

── Spear B...

Seungmin llamo a su compañero ganado la atención de este.

── ¿Qué?

── ¿Aún puedes conectar las cámaras de la casa, al celular?

── Minho──. Hyunjin llamaba al pelinegro con desesperación, los pasos de los oficiales eran cada vez más cercanos y el era muy débil como para cargarlo solo. A pesar de que le había enviado el mensaje a Puppy, no estaba seguro de que estos dieran con su ubicación en tan poco tiempo.── Minho, por favor despierta.

No tenía el valor para tocar al mayor, ni mucho menos para intentar moverlo.

── ¡Hey! ¡Tu!── escuchó una voz femenina que lo llamaba. El chico giró su cabeza un poco divisando una figura femenina.

── ¿Q-quién eres tú?── preguntó sin separarse de Minho, tomaba la mano de este que se encontraba fría.

── Me llamo Ryunjin.

Hyunjin la miró detenidamente, solo entonces pudo notar que vestía ropas de policía.

── ¡Aléjate!──. el rubio retrocedió un paso —lo cual era difícil pues aún se encontraba agachado—, cuidando de no golpear a Minho.

── ¡Espera!── la chica elevó su mano ── quiero ayudarte.

Hyunjin la miró, dudoso.

── ¿Ayudarme?

── No soy como ellos── se refirió a los demás agentes ── déjame ayudarte.

Las pisadas se escucharon aún más cerca. El de hebras rubias se apresuró a asentir y con ayuda de la chica, logro subir a Minho a su espalda, cargandolo y iniciando a correr seguido de la chica.

── ¡No te muevas mucho, lo lastimaras!

── Es más fácil decirlo que hacerlo.

El más alto estuvo a punto de tropezar  y caer al suelo, de no ser por Puppy, quien lo detuvo antes de que cayera.

── ¿Estás bien?── Puppy preguntó al de chico mientras el de máscara de conejo y máscara dorada bajaban a Minho de la espalda de este.

── Yo lo estoy, pero Minho...

El rubio se vio interrumpido por la casi llegada de los oficiales, quienes se encontraban a unos cuantos metros de ellos puesto que cada vez se escuchaban más cerca.

── Deben irse── Ryunjin dijo ── me encargaré de distraerlos.

Sonrió la chica al grupo de chicos frente suyo.

── Eres muy valiente.

ChangBin halago a la chica quien le dirigió una mirada de coquetería.

── A puesto que tras esa máscara se oculta alguien apuesto, tal vez nos encontramos de nuevo algún día.

── Lo siento, tengo novio.

Dicho esto todos los chicos hicieron una reverencia comenzando a correr. En esos instantes los agentes policiales hicieron su aparición.

── ¡Alto!── los oficiales se detuvieron frente a aquella chica ── ¿Cuál es la palabra mágica?

Chan y Seungmin llevaban a Minho en la delantera con cuidado de no lastimarlo y evitar que sus heridas sangraran más. ChangBin se encontraba atrás con Hyunjin mientras vigilaba que los agentes no los siguieran.

Lograron llegar hacia donde se encontraba el vehículo que era su llave de escape.

── ¡Chris al volante! ¡ChangBin atrás con Minho y HyunJin!

── ¿Y tú hyung?── preguntó el rubio curioso.

── Estaré al lado de Chan── dijo con sus mejillas teñidas de rosa.

A penas y subieron todos, Chris arrancó el automóvil doblegando el nivel de velocidad, alejándose cada vez más y más de aquel lugar.

── ¿A dónde vamos?── el de púrpura preguntó.

── A mi casa.