One Shot

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Lo que me estaba matando en esta rutina de ejercicios no podría entenderlo nadie más que quién haya pasado por una situación como esta. 

Nuestro primer concierto con público después de tanto tiempo... no podía echarlo a perder. 

El sudor goteaba por mi rostro mientras hacía la última plancha y el temporizador marcaba 2 minutos. 

—¿Jungkook-ah? —Me llamó Jimin. No pude responderle. Sentía la sangre subir hasta mi cabeza—. ¿Hasta qué hora harás esto?

Pude sentir un poco de preocupación en su voz, él había terminado su rutina dos sesiones antes que yo pero se había quedado a esperarme. 

Cuando el temporizador marcó 5 minutos, lentamente me recosté en el suelo, estiré y me levanté enseguida. 

—¿Estás bien? —Preguntó Jimin y yo asentí si mirarlo al tanto que recuperaba el aliento. 

—Vamos —le dije sin más. Casi no tenía fuerzas en brazos y piernas pero todo era por una buena causa, solo faltaban 3 días, 3 días más. 

—Descansa —espetó Jimin desde la puerta de su cuarto cuando yo caminé hacia las dos puertas siguientes hacia el mío. 

Cuando entré en mi habitación me alegré de ver al staff terminando de arreglar mi criosauna improvisado. Me quité la ropa sudada cuando me quedé soló, puse 10 minutos en el temporizador y sin pensarlo mucho me metí en la bañera llena de hielo. El líquido ahora sólido me llegaba hasta el cuello y chocaba contra piel como mil cuchillos. 

—Solo 10 diez minutos —musité apretando los dientes—. ¡Vamos! 

Parecía que desde que había llegado a Los Ángeles no hacía más que contar el tiempo y cuanto de él tenía que gastar para volver a relajarme y disfrutar de... no, ¡ni lo pienses!

El teléfono repicó cuando los 10 minutos llegaron y salí de la bañera como un torbellino llenando todo el piso del baño con cubitos de hielo. Tenía la piel roja pero sentía los músculo más relajados a pesar del frío mortal. 

Suspiré, enrollé una toalla en mi cintura y salí al cuarto. 

—¿Jungkook-ah? —Llamaron a la puerta cuando estaba a medio vestir. El pantalón de algodón negro en las rodillas, sin ropa interior obviamente. 

Terminé de levantar el pantalón mientras gritaba, "¿Ye?" a quién sea que haya tocado. Saqué una camiseta negra de la maleta y la metí con ligereza por encima de mi cabeza cuando uno de nuestros managers anunció: —Taehyung-ah te está buscando. 

Cerré los ojos con fuerza: —¿Vlive?

—Sip —dijo. Suspiré. 

—Te aviso.

—¡Ye! —Canturreó nuestro manager y me quedé ahí de pie. Las manos en la cintura supesando la situación. 

Regresé al centro de la habitación, me senté en la cama apoyando mis codos en mi muslos mientras enterraba el rostro en mis manos. ¡Taehyung! grité para mis adentros. 

Me tumbé en la cama, estiré el cuerpo para tomar mi celular de la mesita de noche y abrí vlive para ver qué estaba haciendo. 

En la pantalla apreció él demasiado cerca, con un Jimin recien bañado a su lado. Esto me dio un poco más de tranquilidad, si Jimin estaba allí podría ir sin ningún compromiso, ¿No? ¿Podría? Sentí un pequeño escalofrío recorrer mi espalda antes de que mi atención se fuera completamente a mi celular de nuevo, el live se había detenido. 

A velocidad de trueno me puse el conjunto Louis Vuitton, los pantalones por encima del pantalón de algodón y la chaqueta sobre la camiseta negra, me miré en el espejo, ya que iba a aparecer en vlive, mejor ir presentable. Peiné mi cabello apenas con las manos y abrí la puerta, el manager que hacía un momento había venido a buscarme estaba parado a medio pasillo.

TENSIÓN | Taekook (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora