Una sola semana había pasado desde la tragedia que había estado apunto de ocurrir en Liyue, donde la nación gracias a las 7 estrellas y a los Adeptus lograron salvarse de lo que pudo haber sido una catástrofica inundación, es sabido que eso a sido causado gracias a uno de los heraldos de los Fatui.
Ahora los habitantes de Liyue intentaban superar el hecho de que les faltará su Dios, quien había creado sus tierras y los había acompañado durante siglos, e intentaban volver a sus vidas normales antes de el incidente sucedido hace unos cuantos días, buscando donde podría estar el culpable de que casi destruyeran su nación.
Aunque inusualmente el culpable de aquel incidente se encontraba en el mismísimo Liyue, oculto por supuesto, pero ¿Que hacia allí? La nación tomo una mala imagen de los Fatui desde ahí en adelante, pero déjenme decirles que esté heraldo tenía cierta "deuda" pendiente con alguien en esa nación.
...
– Jaja, entonces es cierto – Sonrió - que te has vuelto mucho más fuerte según puedo ver aquí delante de mi vista. –
Un chico pelinaranja de ojos azulados se encontraba sentado sobre una silla en una sala de estar, sonreía al decir aquellas palabras a la persona frente a el, su "rival"
– Estos nudos si que están atados de forma bastante fuerte – El chico forcejeaba los nudos de forma leve, sin intentar zafarse tampoco ya que el mismo había accedido a estar en esa situación. – Ni siquiera alguien como yo podría escapar ¿No?
– Lo se – Una chica rubia, su "rival" quien estaba de espaldas frente a el en solamente ropa interior y unas medias, se giró a verlo y se acercó a paso lento hacia donde esté se encontraba, atado los brazos y piernas en una silla común y corriente – Tengo suerte de encontrarte por este lugar, Tartaglia, no esperaba que fueras a mostrarte luego de el atentado y la traición que realizaste contra mí.
Tartaglia río.
– Claro, también estoy feliz de verte Lumine – Dijo Tartaglia – Habíamos quedado con esto y no podía no cumplí con mi palabra, siempre hay una oportunidad para demostrar lo fuerte que soy.
Un tenso ambiente de rivalidad se generaba entre ambos por cada palabra que decían, Tartaglia miraba a Lumine hacia arriba con una sonrisa, y ella miraba hacia abajo a Tartaglia con seriedad.
– ¿Sabes bien porque estás aquí cierto? – Lumine hablo con un tono firme. –
– Claro que sí, te lo explique hace un momento. – Tartaglia aún mantenía su sonrisa hacia la rubia – Estuve esperando tener esta clase de duelo al menos una vez en mi vida.
– No tienes oportunidad contra mí – Dijo Lumine – Pero aún así será divertido jugar contigo.
– Eso ya lo veremos – Dijo Tartaglia – Dejame asegurarte que si yo estuviera desatado está claro que yo ganaría, no aguantarías ni siquiera una ronda conmigo al mando sobre tí.
– Oh es cierto – Dijo Lumine cerrando los ojos – Pero estás atado, estás bajo mi mando Childe, seré yo quien pueda jugar contigo de la forma que quiera – la chica abrió los ojos y tomo del mentón al chico atado bajo el para que la mirara a los ojos. –
Tartaglia suspiro inconscientemente por ese movimiento, nunca había estado en un rol así, dónde el debería recibir todo lo que acompañante quisiera estando totalmente quieto, pero eso era mucho mejor, estaba emocionado por ver cuan lejos podía llegar, le emocionaba mucho cada tipo de desafío, y este era uno de ellos.
– ¿Estás listo? – Pregunto Lumine con un tono calmado y juguetón – Recuerda que si no aguantas solo debes hacer la señal con el zapateo.
– ¡Ja! Cómo si fuera a rendirme, y si, estoy listo, siempre lo estoy – Dijo Tartaglia – No vas a lograr excitarme tan fácilmente chica.
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El Castigo Del Número Once [Chilumi] Two-shot
Short StoryChilde decide probarse así mismo ante Lumine, pero inesperadamente no estaba hablando de una forma de pelea. Ambos deciden hacer un juego, Childe debería estar en una silla amarrado mientras Lumine puede hacerle lo que ella quiera y Childe deberá ag...