Mackenzie: -mientras hacía un peinado muy bonito para Marceline, levanta una ceja- Esos idiotas no te hicieron daño, ¿verdad?
Marceline: -mirando el espejo frente a ellos, simplemente sonríe y se levanta para mirarla con una tierna sonrisa- Tranquila, mi pajarita, fueron muy amables conmigo, ¡a veces hasta me llevaban comida!
Mackenzie: Eres tan optimista... -suelta un pequeño suspiro y sonroja, acercándose a ella- Y e-eso es algo que me gusta mucho de ti, ¿sabes?
Marceline: -sus mejillas se ponen algo rojizas al escucharla y ríe alocadamente- ¡Si! Lo sé perfectamente. Es taaaan tierno -ahoga una expresión y habla unos segundos con sus serpientes- Señorita McGuffee, no puedo decirle eso, ¡qué vergüenza!
Mackenzie: Ammm, ¿de qué hablas, amor?
Marceline: Parajita. -sonríe con entusiasmo y toma sus hombros- Quiero tener una noche de pasión contigo, ¡podemos usar las esposas y las cadenas!
Mackenzie: -solo consigue sonrojar y soltar una risilla- Bien, tus deseos son órdenes.
Así se vería mi Marci vestida especialmente para ella
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¡Dibujos e historias de una completa imbécil n°4!
RandomOtra continuación de mis libros con esta misma temática.