𝓜𝔂 𝓮𝓽𝓮𝓻𝓷𝓪𝓵 𝓵𝓸𝓿𝓮 » [𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮]

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Todo era un caos, las llamas estaban acabando con todo lo que estaba a su paso dejando gritos de terror y agonía.

— ¡Mamá! — el gritó de una pequeña niña de no más de diez años sonó en una habitación.

El lugar estaba siendo destruido por el fuego causando que la menor sintiera tanto calor que su pequeño cuerpo no soportaba.

— ¡Zaira! — una voz masculina la llamó para después la puerta ser derriba dejando ver a un curpulento hombre de ojos azules.

— ¡Tío Pet! — la niña se lanzó a sus brazos para después este abrazarla y sacarla de aquel destruido lugar.

Mientras la pelinegra era sacada de aquella mansión quemada pudo escuchar los gritos de agonía que sus primos, tíos, y abuelos lanzaban, lágrimas empezaron a caer por sus mejillas por el miedo de perder a su madre.

— No te acerques a la casa, iré por Cora — ordenó el mayor tras dejarla en un lugar seguro — Zaira, no vuelvas a esa casa — y sin decir más corrió al interior de las llamas en busca de su otra sobrina.

La menor se agachó mientras tapaba sus oídos sin dejar de escuchar los lamentos de su familia, se suponía que nadie iba a morir, se suponía que esa noche todos comerían felices.

La niña se quedó en ese lugar por más de dos horas esperando a que su tío saliera, llegó la policía, los bomberos, sus primos Derek y Laura, pero jamás salió aquel que la salvó... Ni su madre.

— ¿Hay sobrevivientes? — preguntó una mujer de diesciocho años hacia el sheriff.

— Lo siento, Laura, no se han encontrado sobrevivientes — respondió el mayor para después irse.

La mencionada giró su rostro para ver a su hermano y prima, estos se abrazaban con fuerza como si temieran perderse, sus ojos se cristalizaron al asimilar todo lo que estaba pasando.

— ¡Hay un sobreviviente! — el grito de alguien hizo que los tres Hale's alzaran su rostro en busca de aquel que pudo seguir con vida.

— ¡Tío Peter! — exclamó la menor de todos al reconocer a su salvador, lamentablemente este tenía la mayor parte del cuerpo quemado, por lo cual su estado era terrible.

Derek agarró con fuerza a su prima e hizo que evitara ver el cuerpo de aquel que la salvó.

Aquella noche se quedaron solos, perdieron todo, su casa, su familia, su felicidad.

Después de seis años de haber vivido lejos de aquel pueblo la pequeña familia Hale decide volver, pero solo con una idea.

Encontrar a Laura.

Tras aquel incendio estuvieron viviendo en Forks con el padre de Zaira por almenos tres meses, pero los mayores decidieron irse tras entender que era un peligro que ellos estuviesen allí, pues al no poder controlarse por las pérdidas que tenían podían lastimar a aquel buen hombre.