Cenaron tranquilos, Franco de vez en cuando tomaba la mano de Sara y dibujaba patrones con los dedos, mientras esta se dedicaba a sonreírle. Terminaron de cenar y Gabriela les invito a pasar de nuevo a la sala y tomar alguna bebida mientras seguían con la conversación, los tres hermanos estaban platicando con uno de los socios de Gabriela, mientras Norma platicaba con su mamá y la esposa de este. Jimena y Sara se encontraban en un rincón hablando muy animadas.
–¿Entonces, qué harás Sarita?
–Ay, no sé Jimena. Todo este tiempo he pensado mucho y creo que ya es tiempo de arreglar las cosas con Franco y darle otra oportunidad.
–Pues por la forma en que te mira yo diría que él te sigue amando igual o más que antes. Se va a poner feliz cuando le des la noticia. –Sara volteó a verlo y sus ojos se encontraron, Franco le sonrió y guiñó el ojo, Sara le devolvió una sonrisa tímida.
–Disculpen que las interrumpa, ¿pero puedo hablar un segundo contigo Sarita? –Sara miró a su hermana y está asintió como señal de que no tenía problema. Jimena se retiró para buscar una bebida, dejándolos solos.
–Tu mamá me ha platicado mucho de ti. Me ha dicho que te encantan los caballos.
–Así es, de hecho tengo un negocio de cría de caballos, los mejores de la región.
–Ah que bien, por eso mismo es que me encantaría que me asesoraras, quiero comprar dos ejemplares y precisamente Gabriela me comento que eres una experta.
–Bueno yo no diría que soy una experta... ¿Pero que es lo que te interesa? –Alberto le dio una mirada que a Sara no le gusto para nada, ahora entendía lo que Franco le había dicho más temprano.
–Mmm, puede ser una yegua algo dócil pero que a la vez sea brava... –Le dio una sonrisa de lado y le paso la mano por el brazo. Sara al sentir el contacto retrocedió mirándolo con el ceño fruncido.
–¿Qué crees que estás haciendo?
–Ay Sarita, no me digas que no sientes la misma atracción que yo. –Dijo y la tomó del brazo.
Franco venía llegando al salón y como era costumbre en el buscó con la mirada a Sara. Cuando vio lo que sucedía no dudo en acercarse hasta donde hace unos minutos la había visto hablar con Jimena.
–¿Qué te sucede? Por supuesto que no, suéltame. –Dijo y le soltó un bofetón que le hizo perder el equilibrio, cuando Sara levantó la mano para darle otra bofetada este la agarró de la muñeca, forcejeando con ella– ¡Suéltame!
–No la escuchaste, dijo que la soltaras –Con esto Franco se le fue encima dándole un puñetazo que lanzó a Alberto al piso. Lo tomó del saco para ponerlo en pie y darle otro golpe.
–¡Ya Franco, no más! –Gritó Sara y como pudo lo agarró del brazo. Franco se volteó para estar frente a frente con ella.
–Este tipo tiene que aprender a respetarte, Sara.
–Yo sé defenderme... –Franco trastabilló al sentir un golpe en sus costillas y Sara lo sujetó para que no cayera. Franco se enfureció más y sin dudarlo le devolvió el golpe al socio de Gabriela– Franco, ya para. –Este hizo oídos sordos a lo que su esposa le gritaba.
Óscar, Andrés, Juan y sus hijos se acercaron para detener la pelea. Sara no soportó más aquella situación y salió corriendo de la casa, Jimena y Gaby la siguieron de cerca hasta su camioneta.
–¡Sarita, espera!. –Gritó Jimena haciendo que su hermana se detuviera –No puedes irte así.
–Necesito salir de aquí.
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Por el Resto de mi Vida
FanfictionUn pequeño fanfiction de Sara Elizondo y Franco Reyes.