La mañana en Niza había amanecido con lluvia . En las calles las personas caminaban con paraguas. El clima de hoy le recuerdo tanto a esa mañana en Japón. Es como si el clima supiera que haría hoy.
Me levanté de la cama después de estar minutos mirando el techo de mi habitación. Su teléfono no había parado de recibir notificaciones. No tenía ganas de lidiar con eso ahora. Se coloca una sudadera con capucha para entrar en calor. De camino a la cocina pudo ver las fotografías de el, colgadas en la pared.
Sintió que se le hundía el pecho. Se percató que la vela junto a su foto se había apagado y encendido otra en su lugar.
—Te extraño.
Siguió su camino hacia la cocina en silencio. Solo tomó un café, quería salir de la casa antes que sus padres se levantarán. Salio hacia la calle. El cielo estaba lleno de nubes grises. Se debatió entre pedir un Uber o ir a su destino caminando. Tomo la segunda opción.
En el camino compró un ramo de flores.Cinco minutos después estaba caminando hacia ese lugar en silencio.
—Estoy aqui de nuevo—Dije sentándome en el césped húmedo y colocando las flores junto a la lápida con su nombre—Te extraño tanto Jules—Mire al cielo—Se que estas en algún lugar allá arriba cuidándome. Pero te quiero de regreso hermano—Suspire llevando mis rodillas contra mi pecho—Vivir sin ti a mi lado es la cosa mas difícil que he tenido que hacer. Pero lo estoy logrando. Aunque me duela el pecho cada vez que alguien menciona tu nombre.
Desearía que estuvieras aquí Jules. Para verme transformarme en esta nueva persona. Pero no estás aquí—Suelto un sollozo—Solo espero que tu no estes decepcionado de mi como mamá—Escondo mi rostro entre mis rodillas tratando de ahogar mis sollozos—Todo sería mas fácil si tu estuvieras aquí.
Escucho pasos acercándose, pero no levantó el rostro de mis rodillas.
—Oye—Su voz salió casi como un susurro—Sabia que estaría aquí.
No fue difícil reconocer esa voz.
—¿Que haces aquí Charles?—Levanto mi rostro, pero no lo miro, mi mirada solo esta fija en lo que esta escrito en la lápida.
1989-2015.
—Fui a buscarte a casa de tus padres y no sabían donde estabas. Supuse que estaría aquí—Su voz sonó suave y dulce. Muy diferente a la de ayer.
—No respondiste mi pregunta. ¿Que haces aquí?
—Yo también lo extraño Elle, también era parte de mi familia—Se sienta al lado de mi en el césped mojado. Volteó a verlo y esta mirando la lápida. No pudo pasar por alto que de perfil se parecía tanto a el.
—Te pareces a el—Susurro mirando hacia otro lado.
—Todo el mundo dice lo mismo...Y duele ¿Sabes?—Su voz sale entrecortada— Parecerse a el duele. Incluso más trabajando en Ferrari.
—Si el estuviera vivo...
No soy capaz de completar la frase.
—Si el estuviera vivo, pondríamos ser compañeros de equipo. Ese era la meta. Bianchi y Leclerc. Era el sueño de los tres ¿Recuerdas?
Por supuesto que lo recordaba. Charles siguió los pasos de mi hermano con el objetivo de trabajar con el. Quería ser como el. Quería conducir con el. Mientras que ella estudiaría ingeniería para eventualmente trabajar con ellos.
—Haz cambiando mucho—Murmuro el Monegasco—Te escuche decirle que crees que el también estaría decepcionado de ti. Estoy seguro que mas orgulloso de ti no puede estar.
—¿En serio lo creés?—Charles asiente.
El silencio cayó en nosotros. Cada uno en sus pensamientos. Hasta que Charles vuelve a hablar.
—Cuando su salud empezó a deteriorarse, lo visité. Le confesé que te amaba desde que tengo memoria. Aunque desde que somos pequeños, el lo sabía. Jules sabía que estaba enamorado de ti—La voz de Charles se entrecorta—Le prometí que te cuidaría.... Supongo que fracasé en eso. De mi si está decepcionado al igual que mi papá.
Ellie lo voltea a ver, sus ojos verdes estaban tristes y húmedos gracias a las lágrimas.
—Estoy segura que tu papá esta orgulloso de tí, jamás creas que no lo estas. Sus sacrificios están siendo recompensados.
—Me duele haberle mentido ha ambos. Le mentí a papá y te mentí a tí —Charles desvía la mirada de la lápida para mirarme.
—¿Que nos pasó Charles?—Este se encoge de hombros.
—Si hubiera sabido que pedirte un tiempo nos haría esto, jamás lo hubiera hecho. Yo nos destruí y tengo que aceptar las consecuencias.
—Sabes, el me lo advirtio—Se sorbe la nariz—Cuando paso lo de Verstappen. Estabas enojada conmigo me dijo que harías eso. Alejarte y estar sola. Me dijo que te diera espacio y tiempo. Pero no tuve que dejarte sola, solo habían pasado dos meses desde la muerte de Tonio, sabía lo mal estabas y aún así deje que Charlotte se acerca sabiendo cuáles eran sus indicaciones conmigo.
—Ya no tiene caso hablar sobre eso—Me encojo de hombros—Lo que paso paso.
—¿Sabes? A veces quisiera volver en el tiempo, cuando lo único que nos importaba era que fuera fin de semana para ir a la pista de tu papá.
—Yo también quisiera devolver el tiempo—murmuro—Quisiera volver en el tiempo solo un segundo, solo para darle a Jules y Tonio un último brazo—Vuelvo a enterar mi rostro en mis rodillas.
Siento como los brazos de Charles me rodean. No dice nada, solo me abraza.
Nos quedamos allí sin decir nada aproximadamente 20 minutos. Cada uno perdido en sus pensamientos.
—Jules, te prometí que sonreía todos los días de mi vida. Y pienso cumplirlo. Lo cumpliré por ambos—Me sorbo la nariz mientras me levantó del césped.
Charles imita mi acción.
—¿Quieres que te llevé a casa?—Mira el cielo—Empezará a llover pronto—Asiento en silencio.
Su Ferrari 488 Pista Spider los esperaba. El camino a casa fue extremadamente corto, ninguno de los dos habló en todo el trayecto.
Cuando Charles estacionó su Ferrari, Ellie ya estaba dispuesta a marcharse. Pero su voz la detuvo.
—Perdón por lo de ayer—Se disculpa—Lorenzo y mamá me hicieron ver que lo que hice estuvo mal. No tengo derecho a reclamarte nada.
—Bien—Acepto sus disculpas—Solo mantente alejado de mi. Igual para tus amigos y novia.
—¿Estamos bien?—Sus ojos verdes la miran con esperanza de que dijera que si.
—No Charles, No estamos bien. Lo que paso en el cementerio no cambia en nada nuestra relación actual—La esperanza se apagó de sus ojos verdes—Solo mantente alejado, por el bien de ambos.
Ellie cierra la puerta y se dirige hacía su casa.
Las cosas jamás volverían a hacer como antes y entre mas rápido lo acepten todos. Mas fácil será.
Este capítulo fue tan difícil de escribir para mi.
Hoy se cumplen 7 años desde la muerte de Jules Bianchi. Un piloto con tanto talento y humildad, que por malas decisiones de otros se nos fué muy pronto. Pero siempre estará en los corazones de quienes lo recuerdan con cariño.
Siempre estarás en mi corazón Jules.
