- Por tanto, y bajo el poder que este Estado, SunnySide, y este juzgado me otorga, sentencio a Tomás Patichelli, de 17 años, a 1 año de regresión infantil probatoria con posibilidad de reducción de tiempo por buen comportamiento. Teniendo en cuenta que la joven Allyson Parker se debate en estos momentos entre la vida y la muerte después de caer 20 metros de un puente vehicular estando bajo el cuidado e influencia de Tomás, considero que la sentencia previamente mencionada es justa y adecuada para que esta joven persona recapacite sobre sus peligrosas e inadecuadas acciones. Joven Tomás, le deseo lo mejor para su futuro y de todo corazón espero que su actuar no termine con la joven vida de Allyson tanto por el bien de ella, su familia, y de su vida futura...Bueno, ¡siguiente caso!
Mierda
Mierda
Mierda
Las palabras se sienten como miles de puños en mi estómago mientras me incorporo de la silla que queda frente al Juez Smith. Acomodo mi pañal en la parte trasera debido a la costumbre de andar siempre con el pañal caído y miro fijamente a mi padre por unos breves segundos antes de que un guardia me tome de los brazos y me guie afuera de "El Juzgado" y mascullo las palabras "perdón" a Luisa mientras ella se voltea para que no pueda verla.
Las personas presentes como testigos simplemente se acomodan y se preparan para ver otro juicio de un muchacho de estatura pequeña que vocifera groserías y vulgaridades a diestra y siniestra mientras dos corpulentos guardias tratan de sostener fuertemente al muchacho que pelea con todas sus fuerzas por no ser sentenciado en tan horrible salón... Lo curioso de todo el asunto es que ya no quiero irme de esta sala para que mi sentencia sea ejecutada. Trato de mirar a mi padre de nuevo antes de que me retiren de aquel lugar, pero simplemente veo a medias su figura mientras soy escoltado afuera de "El Juzgado" y la puerta color rojo marrón se cierra frente a mis ojos.
Esto no está pasando. ¡No puedo con esto!
MIERDA. NO CREO PODER CON ESTO.
Allyson, la joven de cabello largo rubio y ojos marrones oscuros. Allyson, la compañera de mis aventuras, travesuras, de fiestas clandestinas, de besos cortos con mucha intensidad...
Allyson, la chica que se debate entre la vida y la muerte por culpa mía...
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Breves y fugaces imagines de aquel día pasan por mi mente. Recuerdo como me había subido sobre la baranda de aquel puente mientras los coches bajo mi cruzaban rápidamente. Allyson reía y me sostenía por detrás para no dejarme caer mientras yo gritaba y reía como un completo idiota. La fiebre de Allyson no mejoraba y ella se tambaleaba de un lado al otro al mismo tiempo que sus fuerzas para sostenerme se reducían.Un desliz. Solo un maldito desliz hizo que me fuera para adelante. Mi corazón latiendo a mil, mis brazos tratando de agarrarse de la baranda. Mis ojos tratando de cerrarse lo más fuertemente para pensar que la caída no sucedería...
Allyson agarrándome de la camisa.
Allyson halándome hacia su cuerpo.
Yo agarrando su bolso color azul celeste que estaba sujetado a su cuerpo.
Un momento...Varios carros pasando por debajo de nosotros.
Un pequeño momento...
Yo gritando y ella gritando.
Ella volando hacia delante mientras yo me incorporaba y caía sobre el seguro puente.
Ella simplemente volando como un pájaro sin alas.
Ella pegando un grito y yo sin poder hacer nada.
Ella cayendo...
Ella cayendo...
¡DESPIERTA TOMÁS!
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Despierto de golpe y trato de escupir el chupete que recubre mi boca sin éxito. Miro mis manos y cada vez las veo más pequeñas. Miro mi cuerpo que yace sobre una gran cuna y trato de recordar cuando fue la última vez que pude caminar, la última vez que pude contener las ganas de hacer pipí, la última vez que pude hablar correctamente sin equivocarme o solo balbucear...
Han pasado varias semanas. ¿Meses? No tengo la menor idea. ¿Un año completo? No lo creo. Ojalá fuera así.
Mientras despierto poco a poco y reconozco en el lugar en el que estoy, una enfermera entra a mi habitación y enciende las luces.
- Aww. ¿Cómo dormiste anoche, Tomasito?
Respiro un poco y emito una sonrisa falsa mientras rio divertidamente. Aún tengo conciencia y aun puedo pensar como un joven y no como un bebe.
Este será un día largo y aburrido, pienso mientras noto que mi pañal está lleno de pipi y popo.
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SunnySide: El Pequeño Reformatorio
FantasiUn accidente. Una nueva oportunidad. Un sueño que se vuelve pesadilla. ¿Podrá Tomás sobrevivir SunnySide? Los chicos que han entrado muy pocas veces hablan de sus experiencias en aquel reformatorio... Y muchos otros nunca vuelven a ser como eran ant...