Pensé que no había nadie a quien pudiera amar tanto como a Hinata, pero al sostener a nuestro hijo recién nacido en mis brazos, al levantar la cabeza y mirar a mi esposa dormida, me di cuenta de que mi amor por ambos abarcaba todas las extensiones de mí.
Este pequeño ser en mis brazos era un poco de mí y un poco de la mujer de la que estaba enamorado más que de la vida misma.
Nuestra historia podría no haber sido perfecta, y había habido pruebas
y tribulaciones a lo largo del camino.Nos había llevado mucho tiempo llegar hasta aquí, pero cada día
me daba cuenta de que había nacido para tener a Hinata en mi vida y a
nuestro precioso niño en mis brazos.
Un marido. Un padre. La persona más comprensiva del mundo para ambos, que siempre los apoyaba y que los defendía sin falta.Me paré y puse a Boruto en el moisés al lado de la cama y lo miré fijamente un momento, sintiendo que me dolía el corazón por lo perfecto que era. Tenía la barriga llena, llevaba un pañal limpio y no se levantaba hasta dentro de un par de horas. Intenté ayudar todo lo que pude, así que cuando Hinata terminó de amamantar, me hice cargo y la dejé volver a dormir rápidamente.
Con una mirada más prolongada a Boruto, me moví a mi lado
de la cama y me coloqué al lado de mi esposa, le rodeé el brazo por la
cintura y la acerqué.Enterré mi nariz en su pelo e inhalé profundamente. Ese olor...
era adicto a él. El aroma de Hinata no se parecía a nada que hubiera
olido en toda mi vida. Y nunca me hartaría de él.
Nos habíamos casado en una pequeña ceremonia un mes después de saber que estaba embarazada. Quería darle una boda grande y cara, pero mentiría si no admitiera que tener a Hinata como esposa no era perfecto. Podríamos haber usado bolsas de papel y casarnos en un basurero, y aun así habría sido perfecto para mí.
Y ella se sentía de la misma manera.Alma gemela. Eso es lo que era para mí.
Incluso todo este tiempo después, mientras estaba en la cama
junto a la mujer por la que vivía y respiraba, no quería dormir. Porque
dormir significaba que perdería el tiempo con ella.
Se movió ligeramente y se dio la vuelta, así que ahora estaba
frente a mí pero seguía durmiendo.La miré a la cara, sus rasgos
delicados, femeninos. Hinata parecía relajada, y sabía que incluso en
este estado inconsciente sabía que siempre la cuidaría, que siempre la
protegería y me aseguraría de que ella y la familia que creamos
estuvieran a salvo.
Porque ellos eran mi mundo, mi todo. Y sin eso... no tenía nada.
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ONE NIGHT (Naruhina)
RomanceHabíamos sido amigos casi toda nuestra vida. Solo amigos... al menos en el exterior. Siempre me preocupé por Naruto más de lo que debería, quería cosas con él que no ocurrieran entre "solo amigos". Hasta que una noche de bebida cambió eso. Terminé...