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Era la mañana del 17 de Marzo, la futura reina del infierno despertaba despacio de la cama en la que estaba, no podía ver bien aún, su vista estaba borrosa por las lagañas, mientras estiraba sus brazos, tallaba sus ojos y los limpiaba con un trapo húmedo que había junto a la cama, asegurándose de estar lo suficientemente despierta y libre de suciedades. Miro sus manos, apreciando el anillo que posaba en su dedo anular, era un anillo precioso, con incrustaciones de diamantes blanco, y el otro de un amarrillo muy claro.

 Miro sus manos, apreciando el anillo que posaba en su dedo anular, era un anillo precioso, con incrustaciones de diamantes blanco, y el otro de un amarrillo muy claro

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(Imagen de referencia)


Continuo su labor, pero ahora con una sonrisa hermosa en sus labios, trono sus dedos con suavidad, estiro sus brazos, trono su cuello, espalda, y estiro las piernas, su cuerpo estaba muy contracturado, no había dormido lo suficientemente bien anoche, pero su hija había estado despertándose a cada rato y Lucifer era demasiado perezoso como para levantarse a atender a la pequeña.


Primero fue por frio, su madre, la lleno de mantas, y la acostó en su pecho dejándola escuchar su corazón. Lo segundo fueron los pañales, orina, popo, algo que debería darle asco, pero para su sorpresa, no pasó, sabia que esa hermosa hija que dio a luz necesitaba y dependía de ella, por eso estaba disfrutando como nunca de ayudarla, aún así sea haciendo las tareas más "asquerosas". Lo tercero fue hambre, por lo que ya agotada, se acostó con su pequeña en brazos, encima de una silla mecedora, y mientras corría las prendas de su pecho para darle de comer, la atraía a su cuerpo para que sintiera su perfuma, su calor, las cubría a ambas con mantas, y la dejaba alimentarse, admitía que dar pecho a un bebé era algo relajante, tan pequeña y bonita, que moriría si algún día la pierde. Lo cuarto, fue simplemente encontrarse frente a la cuna de su nena despierta, riéndose, buscando atención y mimos de parte de su madre, la cual, aunque estuviera cansada, lo acepto gustosa – Solo fue cuestión de una hora para que la criatura volviera a quedarse dormida en la cuna, una canción de cuna, caricias en sus cabellos rubios fue suficiente para dejar a una madre satisfecha y como próximo destino, una cama calentita y suave. –

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Una vez despabilada, llamó a Verónica al cuarto, ordenándole de manera amable que la ayude a asearse, peinarse, maquillarse y colocar un vestido, esta sin rechistar acepto, pero ______ no pudo evitar ver como la jovencita miraba cada cierto rato al hombre que dormía a su lado, lo cual despertó cierta molestia, la única reprimenda que tomo ante ello, fue presumir durante todo el viaje a los baños del castillo su anillo de compromiso, todo mientras caminaba con la sirvienta siguiéndola cargando las prendas que debería colocarle luego.

La futura Reina sabía que eso no serviría de nada, pero le daba satisfacción de cierto modo alardear de su compromiso, del cómo le dio una hija al Rey, como será una consorte real, y de como él le pidió la mano dos días después de dar a luz a su pequeña, junto a los rosales blancos que su propia majestad mando a plantar para ella.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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さようなら |  Alastor y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora