Motivación

723 121 40
                                    

Bakugo Katsuki no tiene palabras para describir lo cansado que está, nadie le dijo lo agotadora que sería la vida de un trabajador de oficina.

Comienza a laborar demasiado temprano y termina demasiado tarde. No tiene idea de cuándo fue la última vez que observó la luz del sol, ya que cuando sale de casa el sol aún no sale y cuando sale del trabajo el sol ya se ocultó.

Hay días más relajados que otros, días en los que trabaja con tranquilidad y sin inconvenientes, pero hay días en los que el trabajo y los problemas no dejan de llegar, como el día de hoy, que ha tenido que resolver los problemas que han causado sus desobligados e incompetentes compañeros, hacer su propio trabajo y tolerar los gritos de su superior.

Hay días en los que realmente desea renunciar, pero es demasiado orgulloso para hacer aquello y , por el momento, él es el único ingreso económico del que depende, las rentas no son baratas. Él puede con todo eso, siempre puede.

Por fin llega al pequeño departamento que llama hogar, tan solo entrar por la puerta logra hacerlo relajar un poco la tensión de sus hombros.

—¡Estoy en casa! — grita mientras quita sus zapatos y deja sus cosas en el piso. Él no suele ser una persona desordenada, pero está demasiado agotado mentalmente que ni siquiera el desorden que causa logra incomodarlo.

—¡Estoy aquí! — la voz que le contesta suena tranquila y melodiosa para sus oídos.

Camina por el interior del departamento, siguiendo el delicioso aroma que emana de la pequeña cocina y al llegar no puede evitar sonreír por la adorable vista.

Frente a la pequeña parrilla se encuentra su pareja, el hombre más bajo en estatura que él tararea una canción mientras parece concentrado en preparar la cena.

Katsuki observa la espalda de su adorado pecoso, parece que el joven no se ha percatado de su presencia en la cocina.

El rubio camina tranquilamente hasta el rizado y rodea la pequeña cintura del chico con sus brazos, apegándose en un abrazo, recarga su barbilla en el cuello del pecoso y puede notar cómo este sonríe por el tacto.

—Bienvenido a casa, Kacchan — dice con notable alegría pero sin perder de vista la comida.

Bakugo sonríe levemente —¿Qué cocinas? — pregunta sin separar su cuerpo del contrario.

Izuku sonríe ampliamente, Bakugo está seguro de que sus ojos deben estar brillando —Tu favorito, curry picante — dice orgulloso de su comida.

Katsuki e Izuku se conocían desde que eran pequeños, habían tenido una relación bastante complicada, peleaban mucho pero eran conscientes de que uno era muy importante para el otro. Al igual que ellos, su relación maduró con el pasar de los años y sus sentimientos evolucionaron en un enamoramiento sincero y profundo, eventualmente, se volvieron una pareja al comenzar la preparatoria, tuvieron altos y bajos pero han logrado seguir adelante.

Cuando ambos terminaron sus estudios universitarios, tomaron la decisión de comenzar a vivir juntos.

En un inicio ambos trabajaban, pero, solo un par de meses después de comenzar a vivir bajo el mismo techo, Izuku quedó desempleado; el pecoso ha intentado conseguir un nuevo trabajo pero ha sido un poco más difícil de lo que imaginó, Japón era un lugar bastante competitivo. Por el momento se concentra en cumplir con las tareas del hogar, al principio era difícil, ya que había algunas cosas en las que no tenía tanta experiencia, cocinar por ejemplo, él sólo sabía preparar platillos básicos, pero ha practicado mucho y ha mejorado bastante, ahora puede decir con orgullo que sus platillos son tan deliciosos como los que prepara su pareja.

Motivación [One Shot - KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora