Daron se mostraba intrigado, e igual de ansioso que aquella semana que resultaba caótica para él. Serj se acercaba un poco más a él, mostrándole un mejor vínculo, como si de un "No debes estar asustado de nada" se tratase. Él permanecía con sus ojos bien abiertos, tratando de evitar el contacto visual mientras Tankian notaba lo enrojecido de vergüenza que estaba Malakian, le resultaba lindo aquél rubor que cubría sus mejillas, se sentía conmovido por el físico encantador y la vulnerabilidad de Daron. El mismo, trataba de evitar tartamudear, tratando de no verse desesperado por contacto, se negaba al deseo de hablar con él, quería alejarse lo más pronto posible por más que lo amara incondicionalmente.
U-Uhh... ¿Sí? ¿Q-Qué necesitas, Serj? - Preguntó tímido, tratando de no verse sumamente intimidado por el momento, observando a Tankian de cerca.
Daron, no tienes nada a qué temerle... ¿Se puede saber qué es lo que te mantiene tan inquieto? - Interrogó Serj, acercándose más a Malakian, notando aquél ligero temblor de sus manos y como sus pupilas se dilataban al igual de que su rostro se ruborizaba más. Le generaba interés aquélla reacción.
Creo que tú y yo tenemos que hablar sobre algo... -Exclamó, invitándolo a tomar un café junto a él y aclarar las cosas. Los dos estaban nerviosos y era inevitable, la tensión y la duda era palpable en todo el ambiente que habitaban juntos.