Olivia cerró el puño con fuerza y volvió a abrir la mano, el papel arrugado que Gia le había dado, con su nombre de usuario escrito.
¿Qué se supone que haría con eso? Su padre le había prohibido las redes sociales, exponerse al mundo de una manera no profesional, pero Olivia quería verla de nuevo.
Había tenido más química con Gia que con cualquier otra persona en sus dieciséis años de vida.
En casa, las cosas estaban frías. No tenía problemas con su padre ni con su madre, pero la mayoría de las veces se escuchaba nada. Silencio. No hablaban de qué tal habían ido sus días, no tenían tema de conversación en la mesa ni en ningún lado. Cada uno iba a lo suyo.
Su hermano mayor estaba en la universidad, estudiando bioquímica. Una carrera que él no quería hacer ni estaba interesado lo más mínimo. Tyler casi nunca se encontraba en casa, él decía que no tenía tiempo, pero Olivia sabía la verdad. Tyler no quería ver a sus padres de nuevo.
Respecto al instituto, las cosas allí no eran más acogedoras. Todos eran niños con padres con dinero, así que podía pasar un poco más desapercibido.
Era pleno verano, vacaciones de verano, así que no tenía que preocuparse de miradas con odio, por ser la hija del primer ministro después de lo que pasó.
Olivia se sentó en su cama, intentando no pensar demasiado en cosas que ahora no venían a cuento. Quería ver a Gia de nuevo, pero no quería desobedecer a su padre.
Encendió su móvil, y escribió en el buscador el nombre de la aplicación, temblando.
Lo pensó dos veces, luego le dio a "descargar".
Su corazón se aceleraba mientras se completaba la descarga, ¿Por qué estaba tan nerviosa? Solo era una aplicación, sus padres no tenían por qué enterarse.
La descarga había terminado. Llegó el momento de poner sus datos, un correo, una contraseña y un nombre de usuario.
¿Qué nombre de usuario sería el indicado para que nadie la reconociera excepto Gia? Se le ocurrían muchas cosas, pero ninguna la convencía.
¿Y si se ponía un nombre completamente diferente al suyo? ¿Podría Gia reconocerla? ¿Y si se pone su nombre? A lo mejor estaba exagerando, muchas chicas se llaman como ella.
Después de minutos pensando, se decidió por uno bastante básico.
@olivia123456
Volvió a agarrar el papel arrugado que había dejado en la mesa, buscó su nombre de usuario, pero se detuvo antes de mandar solicitud.
Había creado una cuenta nueva y desde cero solo para hablar con ella. ¿Y si pensaba que era una desesperada sin amigos sin nada mejor que hacer?
Bueno, estaba segura de que la vida de Gia era mil veces más interesante que la suya, con personas mil veces más interesantes que ella. A lo mejor Olivia se tomaba mucho más en serio esta posible amistad que Gia, o a lo mejor lo estaba pensando demasiado.
Lo hizo. Mando solicitud.
Luego de eso, apagó el móvil para de alguna manera calmar los nervios y bajó a la cocina a cenar. Olivia no sabía cómo mirar a su padre a la cara.
(...)
Olivia dejó su plato en la fregadora. No sabría que narrar en esta escena, pues no había nada que narrar. Cada uno a lo suyo.Subió las escaleras, se metió en su cuarto, y puso el pestillo de la manera más silenciosa posible, para luego sacar el móvil del cajón.
Le habían llegado tres notificaciones.
Gia le había aceptado la solicitud.
Gia le había mandado solicitud.
Gia le había mandado un mensaje
Eso último puso a Olivia nerviosa, pero muy feliz también.
Abrió el mensaje, impaciente.
"q nombre de usuario más original, eh?"
Se dio cuenta. Sabía quién era.
Olivia se armó de valor y le contestó.
"Es que olvia12345 estaba cogido."
"JAJAJAJA"
Esa fue la contestación de Gia, luego le mando otro mensaje.
"quieres quedar conmigo hoy?"
¿Ahora? Sus padres no la dejan salir de noche, mucho menos en invierno, cuando oscurece más temprano. El día que conoció a Gia se escapó de su casa, solo quería ver al gamberro desde lejos, nunca pensó en acercarse y enfrentarlo, pero tenía el presentimiento de que Gia no le haría nada, y tenía razón. Ni siquiera se asustó cuando Olivia la amenazó con llamar a su padre, obviamente, no pensaba hacerlo.
"¿Ahora? Son las ocho."
Gia tardó unos segundos en contestar.
"Si te voy a meter en un problema no pasa nada, lo importante es tu seguridad"
Esa respuesta la dejó pensando. Tenía ganas de ir. Tenía ganas de verla.
"Tranquila. Si quieres quedamos a las nueve."
Luego se arrepintió del mensaje, y Olivia volvió a rectificar la hora.
"Y media."
Gia cedió a la hora y propuso verla en el parque de los patos. Olivia, dudosa, aceptó.
(...)
Las nueve. El reloj daba las nueve.
Esa era lo hora a la que los padres de Olivia la mandaban a acostarse. De pequeña odiaba acostarse temprano, ahora lo amaba. A las nueve pretendió que se iba a dormir, y cinco minutos después se vistió con su falda y camisa favorita. Luego de vestirse, se miró al espejo y empezó a maquillarse. Diez minutos estuvo retocándose Olivia en el tocador, con el intento de verse lo más bonita posible.
Olivia no se dio cuenta de esto hasta que terminó de pintarse, ¿Por qué lo estaba haciendo?
La parte más difícil era escaparse de casa, nunca la pillaban cuando lo hacía, pero siempre estaba asustada.
Se quitó los tenis y caminó en calcetines hasta la puerta trasera, agarró una copia de la llave y la abrió.
Ella cerró cuidadosamente, intentando no hacer ruido. Luego se encaminó al parque, mientras más se acercaba al lugar, más frío hacía, pero ya era demasiado tarde para ir a su casa a buscar un abrigo.
Llegó a la entrada del parque y vio a Gia en la fuente.
Gia se giró y la miró. Las dos se quedaron mirándose un buen rato.
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♡𝘨𝘳𝘢𝘧¡𝘵𝘪⚢;𝙬𝙡𝙬
RomanceLa hija del ministro, que mostraba una cara dulce, cariñosa y educada en televisión. Gia, una chica normal, pero más rebelde que el promedio, hizo un grafiti en la casa de su padre.