Parte única

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Con su teléfono en mano y los nervios por las nubes Zhan se encontraba en su habitación, estaba decidido, había conseguido el numero telefónico privado de su profesor del cual llevaba ya tiempo enamorado....

Las manos me temblaban, no podía ni marcar los números, tuve que inhalar y retener el aire para controlar mi respiración.

Estaba a punto de cometer una locura y por muy extraño que suene eso me excitaba demasiado, con los pantalones a medio muslo y tumbado en el sillón de mi cuarto. Estaba en completa penumbra a excepción de la tenua luz producida por la pantalla de mi teléfono, gracias a los dioses la casa estaba sola, mis padres habían tenido que salir a resolver algunos asuntos así que aproveché la oportunidad, sabía que en cualquier momento podrían llegar pero eso hacía que la adrenalina del momento me excitara aun más.

A estas alturas ya no me importaba si era descubierto, total si eso pasaba podría mentir diciendo que estaba siendo parte de una apuesta o algún tipo de juego estúpido inventado por adolecentes.Eso fue lo que le dije a mi amigo después de pedirle el número del profesor Yibo.

No lo tenía por que a decir verdad nunca en lo que llevo estudiando esta carrera había necesitado de la asesoría de ninguno de mis profesores, por lo cuál no contaba con tal información

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No lo tenía por que a decir verdad nunca en lo que llevo estudiando esta carrera había necesitado de la asesoría de ninguno de mis profesores, por lo cuál no contaba con tal información.

No era un alumno excelente pero tampoco era de los peores, me consideraba un alumno promedió, tal ves un poco invisible, siempre permaneciendo en el anonimato y eso siempre me agradó.Pero eso cambió cuando él llego al instituto, nunca había sentido la necesidad de hacerme notar frente a alguien hasta que lo vi a él.

Marqué el número y espere...

Con una corriente fría recorriendo mi columna, había conseguido su numero poniéndome en evidencia, pero eso ya no importaba pues el tiempo estaba en mi contra y ya había esperado por tres largos años.

Y ahora faltando dos meses para la graduación, tenía que poner manos a la obra con mi plan, no se como podré verlo a la cara después de esto pero esta decidido.

Si no hacía esto, si no me llevaba por lo menos esto no me perdonaría.

Contestaron, el aire se coló suavemente por los audífonos y tragué grueso.

>Puedo hacer de esta noche una experiencia inolvidable, profesor<dije, mi vos salió mas ronca de lo normal, tal ves debido a la excitación.>claro si usted me lo permite, solo tiene que dejarse llevar...<

Un silencio respondió.
Dios mio.

Bien podría ser algún familiar, sabía que no era casado, o quizás tenía pareja y ahora mismo esta se encontraba escuchando a uno de sus alumnos desesperado llamando por sexo.

Mi corazón estaba atascado a mi garganta, el miedo combinado con la adrenalina enviaban señales confusas a mi miembro el cuál se encontraba semi erecto, casi como si temiera desplomarse ante una negativa.

 Una llamada incorrecta a un número correcto (Yizhan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora