En este mundo existe tanto los quirks como la magia, donde la gente puede decidir si quiere ser un héroe o una heroína; o un mago o una maga.
Esta historia se basará en nuestro protagonista peliverde.
Los personajes mostrados en esta historia no me...
Podemos ver al pecoso en su habitación mientras buscaba que ponerse para su salida con Yuka, este seguía buscando que ponerse para su salida con la castaña. Eri estaba ahí haciéndola de juez para que le ayudara a su padre con su vestuario.
Eri: ¡Ese te queda bien papá! – Dijo mirando el último outfit que tenía el pecoso.
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Izuku: ¿Segura? – Preguntó con un poco de duda.
Eri: ¡Claro que sí!
Izuku: En ese caso, llevaré este. – Dijo mirándose lo que llevaba puesto.
Eri: Llevas los regalos para la señorita Yuka.
Izuku: Sí. – Dijo mostrando dos cajas.
Eri: Bien, ya estás listo papá.
Izuku: Muy bien. Dijo mientras se acercaba a la puerta de su cuarto. – Nos vemos Eri, le haces caso a tus tíos.
Eri: Claro papá.
Izuku bajó al primer piso y se topó con los demás chicos, ellos estaban jugando a los videojuegos mientras hacían apuestas. Estos miraron en dirección a las escaleras y vieron cómo el pecoso bajaba por ellas.
Naruto: Vaya que vas bien vestido para tu cita con Yuka.
Izuku: Sí, Eri escogió el atuendo y no es una cita.
Finn: Lo que tú digas viejo.
Izuku: Volveré más tarde, por favor cuiden a Eri en lo que no estoy.
Naruto/Asta: ¡Claro, cuenta con nosotros!
Izuku miró al par muy decididos en cuidar a su hija, por lo que hizo lo más lógico posible en esa situación, volteó a mirar a Tanjiro.
Izuku: Cueto contigo Tanjiro.
Tanjiro: Sí, no hay problema.
Naruto/Asta: Me siento ofendido.
Izuku: Bueno, nos vemos en la noche.
Los chicos: Chau.
Izuku salió de su dormitorio y se fue caminando hasta la plaza central de la academia donde había quedado con la castaña. Caminó por unos cuantos minutos hasta llegar haya. Izuku buscó a la castaña y no la encontró por lo que decidió esperarla, pasado unos 5 minutos alguien le tapó los ojos al pecoso.
???: ¿Quién soy? – Preguntó de manera juguetona. Izuku reconoció la voz y solo sonrió.
Izuku: Qué bueno que llegaste Yuka. – Dijo mientras la castaña le quitaba las manos de los ojos.
Izuku volteó a ver a la castaña y se llevó una sorpresa y aparte un sonrojo, su amiga se veía bellísima por lo que llevaba puesto.
