Esta historia será un meme, no se la tomen muy en serio.
Era ya ese momento del año.
Los estudiantes de secundaria entraban a la preparatoria y no era diferente para Midoriya Izuku.
Lo único distintivo era la emoción que él sentía, puesto que...
era nula.
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.Izuku
Es una mañana cálida y algo soleada.
El viento sopla flojamente y es agradable.
Las calles están animadas debido a la numerosa cantidad de estudiantes recién de preparatoria en camino a sus respectivos centros.
En mi caso, es igual, pero no podría estar más desilusionado.
Llegan a mi mente los dos acontecimientos traumáticos que se dieron lugar los últimos meses y no puedo evitar tiritar.
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Fue una tarde como cualquier otra.
Se me había apetecido algún postre luego del término del almuerzo.
Caminaba por el parque buscando alguna idea de que comprar y como si fuera el destino, apareció ante mi.
Mis ojos se dirigieron velozmente hacia el motorizado.
Un camión de helados había parado cerca a mi posición.
La emoción en mi sistema se sintió efervescente y me acerqué a él casi al instante.
Estaba un señor bastante adulto en él, tenía una apariencia agradable y desprendía esta aura de paz.
―Un helado de menta con chispas, por favor― dije firme y seguro de mi decisión.
―A la orden― respondió la persona encargada y acto seguido se volteó a prepararlo.
Tener la oportunidad de ser el primero en pedir da esta sensación de orgullo.
―¿Quieres agregarle algún topping*?― me preguntó el señor.
Me atrapó algo desprevenido, por lo que me tardé unos segundos en responder.
―Grageas, por favor― me gustan bastante, no hay mucho que decir.
―Entendido― respondió lacónicamente* a mi pedido.
Esperé varios segundos hasta que finalmente volvió a dirigirse a mi dirección.
―Aquí tienes― extendió su brazo hasta alcanzarme el helado.
―¡Muchas gracias!― le respondí a la vez que tomaba el helado con mi derecha.
Ya había preparado el dinero con el cual pagarle, extiendo mi izquierda y se lo entrego.
―Gracias, que tengas buen día― me despidió con una expresión tranquila y procedí a retirarme.
El aspecto del helado era bastante bueno.
Era como si brillara, un helado perfecto.
La expectativa crecía en mi interior y no podía esperar a probarlo.
Sin embargo...
con una gran velocidad, pasó a la par mía una persona que al parecer también se dirigía al puesto.
Chocamos hombro con hombro y por reacción, perdí el control de mi balance y di una vuelta de 180°.
A los pocos segundos, caí en el hormigón.
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Impredecible •
FanficMidoriya Izuku x Saiko Intelli Esta historia es como cualquier otra, pero voy a utilizar todos los recursos más cliché que se me puedan ocurrir. Los personajes utilizados no me pertenecen, todos los derechos quedan reservados para el autor de la hi...