Cherry waves break the routine

1. Bored

7:30 AM, Mana salía de su casa para dirigirse al colegio, tardaba alrededor de quince minutos llegar pero le gustaba estar desde temprano para revisar que no le falte tareas, lo mismo de todos los días. Al llegar se sienta casi al frente saludando amigablemente, claro que tiene amigos como cualquier otro estudiante normal, pero tampoco son personas que le importe mucho. Se prepara para la clase sacando sus útiles y organizando todo, qué aburrida rutina, tan repetitiva.

11:30 AM, es hora del descanso, sale al patio con su almuerzo en mano junto a sus amigos, se sientan a platicar mientras comen; Mana no participa mucho, no le interesa mucho el tipo de conversacion de "adivina a quien se le confesó tal quién" o "a que no sabes que pasó con este idol", no son malas personas o malas conversaciones, simplemente le es aburrido y repetitivo. Para Mana este día tenía pinta de ser mucho más aburrido que-¿Qué? ¿Quién es ese?

Mana mira pasar a un llamativo personaje a unos metros, sus ojos se cruzan unos segundos y este entra al edificio, vaya horas de llegar. Tenía pelo negro con mechas rojas y llevaba el uniforme desaliñado, se parecía un tanto a una versión degenerada de los rockeros de las revistas que leían sus amigos.

— ¿Quién era ese? —pregunta sin notarse demasiado interesado, mentira, estaba interesado a muerte pero no lo quería hacer notar.

— Es conocido como Közi, no tiene muy buena fama —hace una mueca una de sus amigas— va a último año.

— Desde hace dos años —se burla otro de ellos, la chica enfrente a él le pega una patada bajo la mesa pero este sigue hablando— encima usando maquillaje así, ¿A caso se cree genial o algo? Más bien parece un marica —este se ríe y la misma chica le pega pero esta vez más fuerte sacándole un quejido, mientras la otra sigue hablando no sin antes mirar mal al chico golpeado.

— No le hagas mucho caso Mana, casi no viene a clases y si viene al colegio solo va a la zotea a fumar, encima hay rumores de que ha estado en peleas bastante feas, hasta de que mató a un tipo —termina la frase con una cara algo asustadiza mirando a Mana, todo eso tampoco es algo que Mana crea cierto, la verdad es que el chico si se veía algo mugroso y malandroso, podría resultar intimidante pero tampoco tenía cara de matar a nadie, de hecho se veía algo debilucho.

— ¿En serio? Qué vergüenza, no esperaba menos de esas pintas y llegando tan tarde —claramente mintió, no se veía mucho esa clase de gente en la vida real y la verdad le interesaba bastante.

15:30 PM, era hora de la salida, finalmente luego de un largo día todos vuelven a sus hogares (a seguir estudiando). Afortunadamente pero al mismo tiempo desafortunadamente para Mana hoy cancelaron las actividades de su club, no es que no le guste, le encantaba su club de música, pero simplemente era agotador. Iba saliendo y vió como el mismo chico de antes, Közi, huía entre la multitud de gente, un rato después vió como aparecía uno de los profesores tratando de tomar aire, fue gracioso ver como su calva se reflejaba a la luz solar mientras estaba agachado buscando aire, quiso seguir a Közi pero aún se encontraba con su grupo de amigos y no quería que se enteráran, podrían ser buenos pero ya sabemos que son unos metiches.

Luego de unos minutos todos siguen sus rumbos de siempre a sus casas, Mana optó por tomar un camino que quedaba cruzando una plaza, tomaba unos minutos más llegar pero era lo más emocionante de su día, bastante triste a decir verdad. A lo lejos logra ver el reconocible uniforme mal puesto de Közi, se acerca a una distancia moderada (algo escondido) y lo observa, un poco acosador pero tampoco iba a hablarle. Nota que Közi está fumando un cigarro, así que ese rumor si era cierto, realmente no era muy fan de la gente que fuma pero él se veía extrañamente atractivo.

Luego de unos segundos Közi comienza a caminar hacia la plaza, Mana como es tonto lo sigue hasta que lo pierde de vista entre unos arboles, se decepciona un poco pero tampoco iba a lloriquear por un matón, se dió la vuelta con la idea de ir a su casa pero se encuentra cara a cara con Közi. Este lo mira fijamente con el seño fruncido, agarra el cigarro con una de sus manos y comienza a hablar.

— ¿Quién eres y por qué estás siguiéndome? —lo acorrala contra uno de los arboles posando una mano en este, a Mana casi se le sale el corazón por la boca.

— Ah... Nos vimos en el descanso por un momento, ¿Recuerdas? Me pareciste peculiar, lo siento. Soy Mana, por cierto. —dijo algo apurado, podría ser un debilucho pero ciertamente el chico si intimidaba bastante. Közi sonrió entre burlona y coquetamente hacia Mana.

— ¿Así que me viste y pensaste en tu pequeña cabecita "seguir a alguien que me interesa es buena forma de acercarme" o...? —Közi levanta una ceja con una expresióm divertida, Mana lo mirá y se sonroja de la vergüenza, realmente lo que estaba haciendo era estúpido.

— ¡No! O sea sí, pero no ¡Ah! -suelta algo desesperado y nervioso —no te alces los humos no es que me intereses —mentira, para estar siguiéndolo así, vil mentira— Es sólo que ya sabes, tampoco te iba a hablar, cómo te digo esto... —mira hacia arriba como pidiendo a una fuerza poderosa que lo ayude a salir de ese momento— das algo de miedo —hace una mueca por el nerviosismo y Közi suelta una risilla sacando humo por la boca— ¡Ojo! Me pareces genial aún así, pareces alguien sacado de un manga de yakuzas o algo así —dice tratando de alivianar el asunto.

—Gracias supongo —habla aún aguantandose la risa, Mana fascinado con que pueda hacer esa cara— ya dejo que te vayas, un gusto conocerte Mana —le da una última sonrisa despidiéndose mientras se aleja.

Mana podría estar asustado, asqueado por el olor del humo, pero nada quitaría esa sonrisa burlona de su cabeza, Közi tenía una hermosa sonrisa a decir verdad; se preguntaba si es que si la hacía más seguido los demás se sentirían como se siente él ahora o dejarían de verlo como alguien tan intimidante. Rió para sus adentros, nadie dejaría de verlo intimidante incluso si comienza a usar bien el uniforme. Se toma un tiempo para recomponerse y seguir su rumbo a casa, hoy no estuvo tan mal.