Había sido citado por Közi en la casa abandonada diciendo que fuera lo antes posible, no tardó mucho en llegar ni había ido tan temprano ¿Por qué Közi no estaba ahí? De hecho el que estaba llegando tarde era él. Quince minutos, media hora, hasta llegar a una hora y Közi aún no aparecía, Mana extrañado y algo decaído sale de la casa sigilosamente para irse, no sin antes pasar por el parque de siempre solo por si Közi había ido ahí, pero nada. Mana se va del parque decepcionado y preguntandose que había pasado con Közi, ya se estaba preocupando.
Pasando por un callejón escucha una voz demasiado conocida y cualquier pensamiento de lo que pudo haber pasado con Közi queda corto a lo que estaba pasando en ese oscuro callejón, Közi estaba siendo brutalmente golpeado. Mana no supo que pasó con él en ese momento simplemente actuó tontamente empujando al hombre que golpeaba a Közi, obviamente aquel hombre volteó propocionandole un golpe directo al pómulo, carajo que dolía. Közi aún estando golpeado sintió la mayor rabia que pudo haber sentido en su vida, se libró del hombre que lo sujetaba golpeando con todas su fuerzas al hombre que había osado lastimar la cara de tan hermoso chico, con esto cae un arma del cinturón del hombre, cerca de Mana. El pelinegro observa como el desesperado y rabiado hombre saca una navaja, entonces es cuando un Mana muy nervioso agarra sin pensarlo el arma a sus pies apuntando hacia el hombre. Entonces es cuando se congela, él no sabía como disparar un arma no tenía idea de lo que estaba haciendo y no podía moverse, siente como unos brazos se delizan sobre los de él llenándolo de este tranquilizante calor entre el viento de un día nublado, poniendo sus manos sobre las de él.
— Mana, cierra los ojos, no quiero que veas esto —dice la voz de Közi lo más calmada posible aunque pudiendose notar el cansancio en cada palabra.
Mana los cierra lentamente haciendo que lo ultimo que ve es al hombre acercandose, dejando que las manos del pelirrojo lo guíen haciendo que apriete su dedo en el gatillo escuchando un ruido ensordecedor y otro sordo, uno proveyente del pesado objeto y otro del hombre que cayó al impacto. Mana suelta el arma haciendo que esta se caiga al piso, Közi le hace correr lo más rapido que les permite su estado actual antes de que Mana pueda ver algo, dejando al moribundo hombre en el suelo. Mana aún no podía creer lo que había pasado, había disparado a alguien y no sabe si es porque tenía los ojos cerrados o porque estaba antes golpeando a Közi pero no sentía del todo culpa. Lo que más le preocupaba en ese momento era estar a salvo con Közi.
Llegan a la casa de Mana ya que fue el único lugar seguro que Mana pudo pensar al instante, sus padres habían salido a una cena con colegas y no volverían hasta tarde en la noche. Mana sienta a Közi en su cama mientras va a buscar el kit de emergencias.
— ¿Estás bien? —preocupado pregunta Közi siendo el primero en hablar.
— Sólo fue un golpe, deberías preocuparte más por tí, nada más mira como estás —dice Mana poniendo algo de agua oxigenada en un algodón comenzando a desinfectar las heridas de Közi con delicadez.
— Sabes que no me refiero a eso ¡Ay! —termina Közi la oración con un quejido al sentir el contacto del algodón con su piel lastimada.
— Tranquilo estoy bien, soy más duro de lo que piensas —dice Mana con una sutil sonrisa tranquilizandolo, mientras agarra otro algodón y comienza a desinfectar el labio ajeno.
Es entonces que Mana se da cuenta que está realmente cerca de Közi, mira fijamente los labios del pelirrojo dejando de hacer lo que estaba haciendo hace unos momentos, bajando lentamente su mano. Közi no se queda atrás, desde el principio estaba nervioso por la cercanía del pelinegro ya que para él ya no era un secreto sus sentimientos por Mana, pero ese momento se sentía tan bien y correcto que todo nerviosismo desapareció para trasnformarse en armoniosa calma. Los dos observando los labios del otro, acercándose cada vez más en ese ambiente tan silencioso. Mana relame deseoso sus propios labios para luego proporcionar un suave roce y una suave presión sobre los labios de Közi así no lo lastimaba más. Y así como se acercó se volvió a alejar, lentamente, pero aún estando a unos centímetros
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Cherry waves break the routine
FanfictionMana está acostumbrado a su tediosa rutina pero eso cambia cuando conoce a Közi, una clara mala influencia. Mana x Közi | Malice Mizer Sin afán de ofender, se recomienda discreción.