Los pasillos estando casi vacíos y con poca gente aún rondando por ahí, Mana iba saliendo de su club mientras pensaba que su colegio podía ser realmente pacífico a esa hora lamentándose que no sea así siempre. Llegando afuera pensaba pasar nuevamente por la plaza, porque era su rutina no porque estaba curioso de si él chico de ayer estaría ahí, no es que quisiera verlo de nuevo. Mana tiende a mentirse a sí mismo como ya sabemos.
Llegando al parque divisa a Közi sentado en una de las tantas bancas, estaba todo tirado en la banca con los ojos cerrados mientras fumaba, Mana suponía que ya eran algo cercanos y que a la chimenea andante no le importaría que se siente junto a él. Se sienta junto a él sin decir nada, no sabe que decir y no es que sepa mucho sobre como socializar, tiene amigos de milagro y el chico a lado suyo no es alguien que sepa precisamente como tratar. En ese momento Közi deja caer cenizas sobre el brazo de mana sin querer, obviamente Mana suelta un quejido de dolor haciendo que el antes mencionado se levante preocupado.
— ¡¿Pero qué haces aquí, tonto?! —pregunta preocupado Közi mientras moja su dedo pulgar con saliva y lo pasa por el brazo de Mana donde se hallaba la herida.
— Pues es normal sentarse en el parque, ¿Qué hacías tu tirando tus cenizas por ahí con los ojos cerrados? —dice algo irritado por la pregunta tan tonta hasta que ve lo que hace con su saliva— ¡No hagas eso, es asqueroso!
— No seas quejica —dice dejando el brazo ajeno— pues yo acostumbro a avisar a la gente antes de sentarme a su lado, avisa antes tontolón.
— Ya, lo que digas —deja de mirarlo aún enojado sintiendo la irritación en su brazo.
— Lo siento, ¿Está bien? —dice Közi ya más calmado, Mana se sintió culpable porque sabía que no era solo culpa de él, sino suya también.
— Está bien, yo también pude haber avisado —dice por lo bajo Mana.
Los dos se quedan en silencio nuevamente, al principio se sintía algo incómodo pero con los minutos se sentió mejor, había cierta paz en el ambiente por estar uno a lado del otro sin decir nada y simplemente disfrutando la compañía, y cuando Mana creyó correcto se despidió y seguió su rumbo a casa. Esto se repetiría todos los días por unas semanas; no decían mucho, sólo se quedaban ahí juntos, realmente no hacía falta que digan algo aúnque con el pasar de los día hablaban cada vez más, era reconfortante estar en silencio. Un buen escape de rutina para Mana, él no quería acostumbrarse a ello pero ya era demasiado tarde para esos deseos porque ya se había acostumbrado al pelirrojo.
Un día como cualquier otro estaban en la plaza sentados en el pasto, a pesar de que Közi trataba de no fumar cuando estaba con Mana por "si las dudas" según él, hoy era una de las excepciones. Mana no estaba tan seguro de lo que quería hacer pero luego de pensarselo por un buen rato se animó y le robó el cigarro a Közi de la boca, dándole una gran calada haciéndole toser descontrolablemente, mientras que Mana estaba viendo ya como se acercaba la luz de su final Közi reía tanto que ya le estaba doliendo el estómago.
— ¿A caso eres tonto? ¿Quieres morir? —decía entre carcajadas— no se hace así grandísimo tonto, encima mira lo que hiciste me echaste a perder un cigarro —dice ya más calmado apuntando el cigarro que Mana dejó caer al césped— mira, no agarres mucho humo a la primera —saca otro cigarro de la cajetilla, lo prende y se lo da a Mana— mete un poco de humo, mantenlo en tu boca, inhalas y luego exhalas, sencillo —Mana agarra el cigarro e intenta hacer lo que Közi le indicó, vuelve a toser pero esta vez menos, lo intenta otras dos veces ya más calmado y lo logra— ¿Ves? No era tan difícil, no sé qué bicho te picó que decidiste probar —dice poniendo otro cigarro en su boca y prendiéndolo con el que tiene Mana en su boca.
Mana se sorprende un poco y se sonroja pero no dice nada, sigue probando el arrasador y tibio humo entrando y saliendo de su boca, acariciando su irritada garganta y haciéndole picar la nariz, le ardía la garganta pero más le ardía el pecho aúnque no sabía si era por el humo inhalado o por como le estaba latiendo el corazón a mil por segundo debido a la cercanía del pelirrojo. Közi observa como Mana lo mira fijamente, este saca humo por la nariz y le sonríe coquetamente guiñandole un ojo, Mana le da un golpe amistoso en el brazo y deja de mirarlo.
— Gracias —dice tímidamente Mana mirando al suelo mientras sigue fumando. Tendrá que entrar a su casa sigilosamente y cambiarse para que no lo regañen.
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Cherry waves break the routine
FanficMana está acostumbrado a su tediosa rutina pero eso cambia cuando conoce a Közi, una clara mala influencia. Mana x Közi | Malice Mizer Sin afán de ofender, se recomienda discreción.