Instructora del Amor (PAUSE)

2- Es Oficial

-¡Ya se está despertando!

-¡Apolo, no alces la voz o le darás dolor de cabeza!

-¿Y qué tal si los dos os calláis?

Pestañeé un par de veces para acostumbrarme a la luz que había en la habitación, antes de encontrarme con siete pares de ojos mirándome con curiosidad, de un momento a otro todas las palabras de ese tal Zeus pasaron a la velocidad de la luz por mí cabeza, haciendo que me alzase de golpe sobre la cama apretando la sabana entre mis dedos.

-Oe no te levantes tan rápido o volverás a marearte - comentó el pelirrojo Luki desde una silla a los pies de la cama.

-Yo...etto...debo irme a casa - dije antes de que alguien tomase mis manos, alzando la mirada para ver cual de los chicos era, encontrándome con un rubio de ojos verdes y una dulce y deslumbrante sonrisa.

-Cuanto me alegro de que estés bien - comentó con una alegre sonrisa, por un momento me recordó a mi madre, brillando con luz propia...mamá...pensé antes de zafarme de las manos del chico de manera algo brusca, pateando las mantas ante la atenta mirada de los chicos, saltando un poco al notar mis pies contra el frío suelo de piedra.

-¿A dónde vas Emi-san? - preguntó Balder mirando curioso cada una de mis acciones, mientras metía mis pies en las botas de cuero y me ponía la chaqueta sobre los hombros.

-A mí casa, no sé de que va esto...ni sé por que estoy aquí, ni siquiera sé donde diantres estoy - dije alzando un poco los brazos antes de llevarme las manos a la cabeza irritada - ¿Cómo voy a volver?¿Cómo?¿Cómo?¿Cómo? - preguntaba una y otra vez en pequeños murmullos restregándome el pelo con las manos como sí así me fuese a venir una idea a la cabeza.

-Ya lo ha dicho Zeus, la única manera de salir es aprobar este curso - dijo el peliazul mirándome con seriedad y los brazos cruzados.

-Pero...no puedo estar un año fuera de casa, ¿Qué pensará mí familia?...A lo mejor piensan que me han secuestrado, o que me están haciendo cosas horribles en un almacén abandonado, ¡o que estoy con algún chico!¡Aaaaagh me van a matar simplemente por desaparecer así de la nada! - mascullé volviendo a llevarme las manos a la cabeza.

-Nfu~ es divertida - rió el de pelo color vino mirándome con una agradable sonrisa con una mano sobre su cadera.

-Me alegra poder ser vuestra payasa particular, pero desgraciadamente, me voy - dije alzando la barbilla y girándome antes de que se abriese la puerta de esa habitación dejando ver al hombre moreno por el que me duele el brazo, mirándonos, sobre todo a mi, de manera fulminante.

-¿Dónde cree que va señorita Mazuka? - preguntó cruzándose de brazos ocupando toda la vía de escape.

-Mira, no se quien eres, ni sé de que va todo esto de Dioses, o pasar toda la eternidad aquí...¡Pero yo me voy! - dije con el ceño levemente fruncido haciéndole fruncir más el ceño a ese hombre, y con esa mirada provocarme un escalofrío por toda la espalda, que me erizó toda la piel.

-Usted no se va a ninguna parte, hasta que enseñe a estos inútiles como son los sentimientos humanos y todo lo referente a ello, así que ya puede presentarse con sus compañeros, por que van a estar un año muy apegados - dijo el moreno antes de salir de la habitación cerrando con fuerza la puerta.

-¡Oe! - grité con el ceño fruncido, aunque tarde antes de chistar la lengua y cruzarme de brazos - ¿Nande? Acabo de entrar a vacaciones de verano, ¿por qué tengo que volver a estudiar tan pronto? - pregunté con pequeños lagrimones en los ojos y apretando una mano en un puño al lado de mi cabeza.

-Etto...Emi-san - dijo Balder antes de que sintiese dos manos ponerse en mi hombros haciéndome alzar la mirada para encontrarme con el rubio melenas de ojos azules - todo irá bien, nosotros te ayudaremos a volver a tú casa - dijo antes de sonreírme de manera cálida ¿por qué es como si tuviese un sol sobre la cabeza? Pensé antes de pestañear un par de veces y girarme hacía los demás con una mano en la nuca.