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╭══════ .❥. ══════╮ Hyunjin ╰══════ .❥. ══════╯
Lo único que observaba eran mis pies yendo uno delante del otro, llevaba el suéter de la escuela en una de mis manos debido al caluroso clima, era increíble cómo podía llegar a odiar el verano y su pegajosa presencia en el ambiente, pero ese día cambiaría de opinión con severidad.
Salí agotado de la clase de cálculo que también odiaba, odio, odio, odio, parece que la adolescencia no pega muy bien, ¿no es así?. Decidí salir de la escuela para poder comprar un helado, en estos momentos mataría por tener algo helado en mi organismo. Seguí atravesando la cancha con pasos pesados y así de alguna manera llegar a la salida.
-¡NO TENGO MÁS DINERO!.- Un grito ajeno me sacó de mis vagos pensamientos, giré un poco hacia el lugar de donde provenía y a lo lejos pude ver a dos chicos juntos frente a otro que se encontraba sentado en el suelo -¡YA DEJÁME POR FAVOR!.- Se escuchó la misma voz alertándome, ese tono hizo que mi piel se erizara de una manera extraña, ¿era a caso el destino?
Aceleré mis pasos hasta el callejón que se situaba cerca a las canchas de soccer, al llegar me encontré con los dos imbéciles de siempre, ahí estaban Soobin y Yeonjun justo frente a ellos en el suelo se encontraba un pequeño rubio indefenso tratando de sostener su mochila entre sus brazos, tal vez usándola como un escudo. Sentí mi sangre hervir al ver a aquel indefenso rogar como si su vida dependiera de estos dos idiotas.
-Debes tener más dinero, idiota cara de niña.- El más alto de ellos pateo al rubio -Tienes dinero para maquillaje y tinte para el cabello, por ende tienes más dinero para nosotros.- Sin pensarlo mucho empujé al grandulón agresor quien se giró con rapidez
-Dios mío, no sabía que era obligatorio darle limosna a los pobres de la escuela.- Hice una expresión de asombro y me acerqué hasta el pequeño rubio para ayudarlo a levantar
-Agh, Hyunjin.- Se quejó Soobin -No pedimos un payaso a domicilio.- Los dos idiotas rieron al unísono
-Gracias.- Susurro el chico de pecas ya cuando estaba de pie
-Devuelve el dinero idiota.- Estiré mi mano a aquel castaño para que regresara lo que se robó -Vamos Soobin.- Me quejé con cansancio -No me hagas perder el tiempo.- Rasqué mi nuca con mi otra mano
-¿Ahora eres el salvador de los perdedores?.- Cuestionó Yeonjun atravesándose entre su amigo y yo, giré mi cabeza para ver al rubio y la regresé de nuevo al pelinegro
-Creo que los perdedores son quienes roban, ¿qué tu pobre madre sin trabajo te mandó a robar para que esta noche te puedas comer un ramen instantáneo?.- Hice un puchero mientras inclinaba mi cabeza hacia un lado -Yeonjun, la limosna no es obligatoria.- Negué con una sonrisa ladina
-¡CIERRA LA BOCA HWANG!.- Exclamó el pelinegro con sus mejillas ruborizadas y el ceño fruncido, que gracioso era ver a la bestia enojada
-Deja de ladrar, perra.- Pronuncié la ultima palabra con lentitud y una sonrisa
