Capítulo 3

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El perro guardían de la Reina

El perro guardían de la Reina

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—¡Seis niñeras! ¡Les tomó sólo tres meses hacer que seis niñeras se fueran corriendo de la mansión con una amenaza de demanda entre los dientes!—Jasper, mi secretario, se encontraba desesperado caminando de un lado a otro en la oficina.

Jasper era el nuevo becado, era joven, responsable, perfeccionista, dedicado a su trabajo y sobre todo ansioso, su cabello ondeaba entre el castaño y rubio y detrás de unas gafas de armazón negra ocultaba unos ojos azules.

—Consigue otra niñera—indiqué, subiendo los pies a la mesa de la oficina de aquel edificio con premura, mire la ciudad del cristal—. No te dejes vencer tan fácilmente conejito.

Había usado ese apodo para molestarlo siempre que podía, el muchacho se lo había ganado cuando mostró sin querer fotos de sí mismo cuando era un niño pequeño vestido de conejo, dos meses atrás en la empresa, aquellos dientes grandes como los de un conejo tampoco lo ayudaban mucho y le quitaban todo derecho de réplica.

Sus ojos pasaron de ver las paredes a verme con desespero directamente cuando bajé la vista al reloj en mi muñeca, faltaba media y dos juntas antes de poder irme a casa.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo?—preguntó con un suspiro pesado, poniendo las manos en jarras en su cintura, tenía el horror puro plasmado en la cara al verme tan tranquilo. —Tres compañías de niñeras no quieren saber nada más de ti o tus hermanos, sí yo estuviera en tu lugar estaría llorando en el piso por tener a los cuatro demonios más temidos por Lucifer en casa—. A tal punto parecía que el joven becario terminaría por recibir un ataque al corazón.

Me enderecé bajando los pies de la mesa para respirar, la pregunta había quedado tendida en el aire: "¿Cómo puedes estar tan tranquilo?". Nací con un título nobiliario que no pedí y que sin embargo pagaba las cuentas y a la larga me permitiría retirarme a los treinta. No era fácil, nunca lo fue, había tenido que acostumbrarme a no desbordar mis emociones en público, la gente no vería nunca bien que me comportara como un adolescente, no importaba que yo sintiera y me viera igual que ellos.

Era como una caja.

Estaba obligado a vivir como una caja bonita y vacía.

Impenetrable.

—Intenta una vez más—le pedí alcanzando del cajón de mi izquierda un manojo de cartas de tarot con las orillas rotas por el uso—, sé que eres capaz de eso y mucho más—alenté reuniendo la calma para mezclar las cartas con las dos manos sobre la mesa de cristal.

—¿Bromeas?—preguntó incrédulo—, me cuesta comer y también tengo pesadillas en las noches gracias al clan Holland y eso también te incluye, demonio mayor—se quejó plantandose delante mío.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2022 ⏰

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Los deseos del Conde [Tom Holland y tú] [HOT +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora