Viejos Amigos

Adiós Amigó

Así que Tiburón y Piraña se quedaron juntos para hacer una vida nueva, bueno era algo predecible siempre fueron muy unidos.

Tarántula me dio su dirección; quien diría que abrirían un bar esos dos y más quien pensaría que les podría ir tan bien; Tarántula me dijo que la última vez que estuvo ahí había mucha gente y que Tiburón junto a Piraña tenían muy buenas ganancias.

La noche apenas estaba comenzando, Lobo estuvo hablando con Tarántula por una horas hasta que salió del departamento para ir en búsqueda de Tiburón y Piraña a este bar donde ellos se encontraban.

Lobo conducía por las calles bajo la luz de algunas farolas, el camino a la playa se dividió y tomando la izquierda seguía su caminó —Esta parte de la playa no la conocía es nuevo para mi— mira con detenimiento todo hasta llegar a una cabaña decorada con objetos del mar —creo que es aquí donde ellos están—

—sip es aquí— sube al hombro de Lobo mirando el lugar.

Lobo al escuchar esta voz dio un grito sin querer apretando su claxon, Tarántula también se asustó por el grito; gritando también con Lobo al mismo tiempo pero una luz de una linterna los iluminó a los dos por unos segundos.

—No me lo creó…..!Lobo! ¡Tarántula! ¡Hola!— Tiburón apuntando con su linterna al par sonreía moviendo su aleta mientras los saludaba y reía un poco —vamos chicos sigan a mi casa— apaga la linterna.

Lobo cubría su rostro con sus manos hasta que la luz se apagó, el ya mirando mejor todo el lugar sonrió por la belleza del sitio.

Una hermosa cabaña construida en el borde de la playa, atrás tenía un jardín abundante y muy colorido a la vez que los faroles que habían ahí daban una iluminación muy tranquila.

Las luciérnagas brillaban en todo este lugar mientras que el Bar que Tiburón tenía estaba cerrado y estaba al frente de todo esto.

Lobo caminaba entrando por el bar para poder pasar a la zona trasera donde estaba la casa de Tiburón —Oye hermano esto está hermoso y muy relajante, es una casa muy acogedora Tiburón— mira todo el gran jardín mientras movía un poco su cola.
Tarántula iba en el hombro de Lobo mirando todo también con una gran sonrisa —La última vez que vine no estaba así todo esto— sube a la cabeza de Lobo para ver mejor todo.

—Si…..es….un lugar acogedor la verdad Piraña y yo buscamos poder hacer un ambiente que nos recuerde a nos llevará a sentir como si este fuera un gran…..mmmm….un gran hogar— sus palabras podrían haberse expresado con alegría pero la tristeza y amargura era lo único que Tiburón pudo expresar en esos momentos.

Tarántula subió por el cuerpo de Tiburón hasta su hombro para así poder ver mejor al grandote —No te vez muy feliz diciendo eso Tiburón—.

Lobo aún lado de Tiburón miraba a su amiga hasta que un mensaje llegó a su celular haciendo que lo saqué de su saco y mire quien le había escrito —Diane— con un tono algo apagado dio un leve suspiro para buscar el contacto de su esposa en su celular y así llamarla.

Diane sentada en el sofá de su casa, cansada y algo preocupada por Lobo al ver la llamada no tardo nada en contestar — Lobo, no sabes lo feliz que me hace está llamada me tenías preocupada no sabía dónde estabas y Misty lleva horas buscándote—

Mirando a Tiburón y tratando de poder entender porqué su rostro solo daba una expresión fría cómo apagada —Perdona por no haber llamado yo estaba ocupado….. Oye habla con Misty por favor dile que aún estoy tras pistas del casó—

Bajando sus orejas por unos segundos Diane miro estómago mientras lo tocaba suave mente y daba un largo suspiro un poco decepcionada —¿N….No vendrás a casa? Me gustaría poder está noche pasar el rato contigo—