Despierto y lo primero que ven mis ojos es una sala de estar que no reconozco y que me encuentro acostada en un sofá muy cómodo. Me levanto, y al hacerlo enseguida vuelvo a caer sentada sobre el sofá ya que siento una punzada en mi costado, como si me estuvieran clavando pequeñas agujas que me cortaran el aire. Y recuerdo todo, yo cruzando la calle sin ver, luego un golpe y la voz de un chico preguntándome si me encontraba bien.
Veo un movimiento a mi derecha, dirijo la mirada y resulta ser una de las chicas que había visto bajar del coche. Ahora que la veo bien noto que viste con colores apagados y tiene rasgos asiáticos si no me equivoco. Está apoyada sobre una isla que da a la cocina y a la sala de estar en partes iguales, me observa fijamente por un par de segundos y habla.
-Te desmayaste debido al shock y tienes un gran golpe, pero nada que no pueda resolverse con mucho hielo y un par de calmantes. – Explica.
- ¿Cómo llegue aquí? ¿Dónde estoy? - Pregunto confundida.
- Luego de que te desmayaras, Blake te cargo y nos trajo hasta aquí para que pudiese revisarte para ver cómo te encontrabas. Por cierto, Blake se disculpa por no estar aquí, es que recibió una llamada sobre una urgencia y no pudo quedarse hasta que despertases. – Nuevamente explica atravesando la puerta de la cocina acercándose.
- No entiendo, ¿Quién es Blake? ¿Y por qué no me llevaron a un hospital en lugar de que me examinases tú? – Me encuentro molesta pero no dejo que se note en mi tono aún.
- ¿Siempre eres así de preguntona? – Dice un poco irritada.
-Normalmente soy de hacer muchas preguntas cuando me atropellan. – Respondo.
- Wow la gatita tiene garras. Bueno respondiendo a tus anteriores preguntas, Blake es el chico que conducía... -
- Querrás decir la persona que me choco. – La interrumpo.
- Si esa, aunque no olvides que tú estabas cruzando de acera sin haber mirado. – acota. – Como te decía, no te llevamos a un hospital porque...- Se queda pensando.
- ¿Por qué...? – Insisto.
- En verdad no lo sé, no se me ocurrió. Solo pensé en traerte a casa e inspeccionarte. – Dice simplemente encogiéndose de hombros.
- ¿Y tú me inspeccionaste porque supongo que estudias medicina o algo relacionado? – Digo sacando una conclusión o conjetura.
- Correcto chica lista. – Acota.
- Mi nombre es Malia. –
- Malia, bonito nombre, raro, a decir verdad. Me llamo Zoella. – Dice entendiéndome la mano.
Estrecho su mano y vuelvo a colocarla sobre mis piernas junto a la otra.
- ¿Cuánto tiempo estuve dormida? – Pregunto sopesando que quizás fue mucho ya que por medio de las ventas logro ver que ha anochecido.
- Unas tres, quizás unas cuatro horas. ¿Por qué? –
Maldigo para mis adentros, cuatro horas es demasiado tiempo y tenía planeado encontrar la casa donde me quedaría hoy. Pero ya a esta hora no está bien que me aparezca, así que, tendré que pasar la noche en algún hotel hasta mañana temprano y a todo esto recuerdo mi valija, ¿Dónde estará?
-Oye mi valija, ¿Sabes dónde está? – Espero que la hayan cargado cuando me subieron al coche porque no sería capaz de poder comprar todo lo que tenía allí adentro, sin que me tardase mucho tiempo.
-Nerea se encargó de ella, debería estar por aquí. – Comienza a inspeccionar la sala, pero al no tener resultado pega un grito llamando a la antes nombrada.
Por las escaleras baja una chica de rasgos latinos, debe ser colombiana deduzco por su tez trigueña y la gran sonrisa.
-Ya despertaste, que alivio. En verdad me diste un gran susto al desmayarte. – Comenta llegando a los últimos escalones. – Soy Nerea un placer. – Dice dándome un beso en la mejilla. –
- Yo soy Malia y disculpa no era mi intención. – Al decir mi nombre se sorprende.
-De casualidad no serás Malia Lee ¿no? – Ahora la sorprendida soy yo, ya que no sé cómo esta chica sabe mi nombre completo.
- Si esa soy. ¿Cómo lo sabes? – Respondo con una risita nerviosa.
-Eres la chica que nos alquiló la habitación por este año, te reconozco porque tu nombre no es muy común que digamos y que no tienes pinta de ser de por aquí, sin ofender, además de que cargabas con una gran valija cuando sucedió el accidente. – No podía creer que a pesar de todo lo sucedido terminase en la casa que buscaba.
-Esto sí que es una locura. – Exclama Zoella.
- Ni me lo digas. - Digo.
- Bueno... Bienvenida a Long Beach!! – Exclama haciendo manos de Jazz Nerea.
Y que bienvenida.
.
.
.
.
.
.
Segundo capitulo, un poco más largo que el primero. ¿Qué opinan de la situación de nuestra pequeña Malia? Una locura diría yo, pero bueno, lo dejare a criterio de ustedes. No olviden darle a la estrellita y comentar que les pareció.
¡Les mando un besote <3 y nos vemos en el próximo capítulo!!
ESTÁS LEYENDO
Agápē
Teen FictionDos almas, una sintonía, un pasado y un ahora. Su historia ya estaba escrita, ambos se pertenecían y era cuestión del destino que se reunieran. Pero a pesar de ello uno de ambos tenía su alma de Luz y el otro un alma rota. La distancia quizás se aco...