IF YOU {BL : Taekook}

ONLY THEN

No sabía cuánto tiempo estuve observando por la ventana de nuestra habitación esa mañana. Después de contemplar a Tae roncar, me di cuenta de que la horrible melodía que mi podcast reproducía no lograba motivarme. Finalmente, dejé de adorar el sonido desagradable que mi compañero de cuarto exhalaba y bajé a desayunar con los demás. Era un buen domingo para compartir más tiempo juntos.

—Buenos días a todos. Lamento lo de esta madrugada. Compensaré haciendo el almuerzo hoy —anuncié con una sonrisa.

—Suena razonable —respondió Suga.

—¿Podremos pedirte lo que queramos? —preguntó J-Hope, con una chispa de diversión en los ojos.

—Sin problemas. Me esforzaré —contesté.

—Cuando se levante Tae, puedes pedirle que te ayude a limpiar todo —sugirió Namjoon, con una sonrisa cómplice.

—Dudo que se despierte después de lo de anoche —comentó Jimin, un tanto escéptico.

—Jungkookie irá a despertarlo dulcemente para que almorcemos todos como hermanos y luego limpiarán todo. Tómalo como un mini castigo de tus Hyung —dijo Jin, con un tono juguetón.

—Qué considerados —murmuré mientras se dirigía hacia la escalera.

Mientras todos desayunaban, Jin me hizo una señal para que tomara una bandeja con café y galletas. Me pidió que subiera e intentara despertar a Tae de buena fe. Lo vi algo cursi, pero quizás de esta manera aflojaría su enojo, que seguramente aún duraría. No era fácil olvidar las peleas, especialmente cuando se trataban de mí.

Subí con la bandeja en la mano. La puerta de nuestra habitación estaba semi cerrada. La empujé con el pie derecho y parte de mi cadera, y coloqué la bandeja en el escritorio junto a la cama de Tae. Me quedé observándolo unos instantes, como solía hacer. No entendía cómo habíamos llegado a este punto, en el que ni siquiera dormíamos juntos en la misma cama. Antes, al menos venía más seguido a dormir a casa. Hoy, por los rodajes de las series y su trabajo, se quedaba con Bogum o Lisa. No me extrañaría que estuviera saliendo con alguno. Aunque desconozco sus gustos particulares desde hace tiempo, pensar en eso me hacía sentir dolor en el corazón.

—Tae, despierta. Tienes el desayuno aquí. Levántate, necesito hablar contigo —le dije en un tono firme.

—Ya... puedes irte. Tengo sueño aún, ma —respondió Tae, con voz adormilada.

—No soy tu madre. Soy Jungkook —repliqué, un poco frustrado.

—También vete... eres como una plaga... —respondió Tae, molesto.

—¿Plaga? ¡Levántate! —exigí, tratando de ser más contundente.

—¡No! —respondió Tae aferrandose a la cama.

Intenté sacudirlo para despertarlo, pero me tomó del brazo y me empujó contra su pecho mientras me abrazaba para seguir durmiendo. Persistí en mi intento de despertarlo, pero pronto me encontré atrapado en su abrazo. Me quedé así hasta que, finalmente, Tae abrió los ojos y, con un salto, me empujó al suelo.

—¿Qué haces? —preguntó Tae, con sorpresa.

—Eso quisiera saber yo. Haces cosas dormido y no te das cuenta —le contesté, mientras me levantaba del suelo.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué hice? —preguntio Tae.

—Nada. Olvídalo. Aquí te dejo el desayuno. Los chicos esperan que te recuperes y bajes luego a almorzar todos juntos —dije, dejándole la bandeja.

—No. Hoy no comeré aquí. Ya quedé con...

—Jin te lo pide. Hace meses que no compartes una mesa con nosotros. Entiendo que tengas tus cosas, pero sigues viviendo aquí. Lo mínimo es que hoy te quedes y te disculpes como yo ya hice por lo de anoche. Despertamos a todo el mundo —argumenté, con un tono serio.