Hace mucho no sentía la necesidad de volver a ver a una persona.Nick se había convertido en el tipo de persona que más odiaba: aquella que se ataba al qué dirán, a lo que la gente podría decir de él. Desde su encuentro con Charlie —hace ya varias semanas—, se empezó a replantear si de verdad tenía la mente tan abierta como creía, si era tan liberal como se había denominado tantas veces.
No podía creer las ganas que tenía de volver a ver a Charlie. Algunas veces se imaginaba escenarios en donde charlaba con él abiertamente, sin sentir que podría ser juzgado o tomado como burla; escenarios en donde se tomaban de las manos, se recostaban en el cesped y miraban el cielo hasta que anocheciera.
Sin embargo, sentía miedo, muchas inseguridades pasaban en su cabeza y lo atormentaban como nunca. Fue por esa razón que decidió que tal vez era mejor a mantenerse en su zona de confort, una en donde se alejaba de cualquier pensamiento que lo abrumara y le impidiera ser feliz, o lo que pensaba que significaba serlo.
Muchas veces quiso tomar sus propias desiciones, no depender de las demás personas, sobre todo, en temas que involucraban su vida personal. Nick siempre quiso demostrarse a si mismo que podía ser capaz de lograr lo que él quisiera. Había salido con varias chicas, no obstante, nunca se le pasó la cabeza pensar que se trataba de algo romantico ¿quién iba a pensar que experimentaría eso con un chico?; nadie, incluso él nunca habría imaginado que además de eso, se encontraría admirándolo y extrañándolo.
Dio una vista al pasado y se preguntó nuevamente si había valido la pena. Metió las manos en sus bolsillos y dio un recorrido en el campus de la universidad, se detuvo un momento y observó el cielo. La respuesta ahora se encontraba más clara en su cabeza, tragó en seco y un escalofrio lo recorrió al considerar lo que estaba pensando; sin embargo, no pudo ni siquiera replantearla lo suficiente, pues alguien tocó su hombro por detrás, ¿por qué se sentía así de emocionado? tal vez la persona que se encontraba detrás era...
—¡Nicholas! —Exclamó Imogen con las manos en los bolsillos de su abrigo. La emoción poco a poco se difuminó, no es que no le agradara verla, solo que tal vez esperaba ver otra persona. Se sintió como una gota de lluvia disolviéndose en el mar— ¿Te enteraste ya de la fiesta que planea hacer Harry esta noche? Ya sabes, es fin de semestre...
—Lo escuché en los pasillos, se escucha increíble, pero no estoy seguro...
—¡Vamos Nick! —Exclamó ella haciendo puchero y encogiéndose de hombros—. Hoy es mi cumpleaños y ni siquiera lo haz recordado.
Nick abrió los ojos y no pudo sentirse peor. Imogen le había recordado durante meses su cumpleaños, y sin embargo lo había olvidado. Aunque Nick no la viera de una forma romantica, la seguía considerando como su amiga, y creía que debía hacer algo para remediarlo.
—Yo... lo siento... —se acomodó el cabello y soltó un suspiro— Lo olvidé...
Imogen bajó la mirada y respondió:
—No es nada, no te preocupes.
Nick trató de decir algo, pero no supo realmente que comentar. Ladeó la cabeza y enarcó las cejas como si se le hubiera ocurrido una excelente idea.
—¿Sabes? Tal vez si iré.
La mirada de la chica se iluminó una vez mas y lo abrazó. Nick elevó a penas un poco las comisuras de sus labios y correspondió el abrazo, sin embargo, la escena no duró más de dos segundos.
—¡Perfecto! —Exclamó ella y retrocedió— Nos vemos entonces esta noche, ¡ponte guapo! —Y se dio la vuelta sin ocultar la sonrisa que iluminaba todo su rostro.
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Una vez no es suficiente - Nick y Charlie
Teen FictionCuando Nick Nelson decide experimentar nuevas aventuras, nunca imaginó que su heterosexualidad se vería vista en juego. Nick tiene todo lo que un universitario promedio pudiera desear; vida social y un expediente académico intachable. Sin embargo, c...