¿Dónde te has ido?

171 5 0
                                    

P.V.O Sergio

Cuando entre a la habitación de Sofía no se encontraba nadie la busque en el baño para ver si es que hay estaba pero nada, estaba a punto de rendirme cuando me siento en la cama veo un pequeño papel doblado, lo abro y en él decía:

Sergio cariño sabes que te quiero aunque no me acuerde de ti siento que eres necesario para vivir, no quise dejarte pero no tenía otra opción no quería que tu salieras lastimado. Ese mismo sujeto que vino la vez pasada me obligo a irme con él, me amenazo con que te iba a lastimar y yo me muero si pasa eso, no sé  como pero te has llegado a meter muy dentro de mi corazón, TE QUIERO, adiós.”

Lo leí una y otra vez, no porque ese desgraciado se la llevo, me di un ataque de ira y comencé a dar puñetazos a la muralla. Una enfermera que pasaba por el lugar me ayudo a calmarme pero no podía como me iba a calmar si Sofía se arriesgó por mí por mi culpa ahora está en las manos de ese desgracio que no sé qué cosa podría llegar a hacerle.

Me vendaron la mano y me dieron un calmante que poco  a poco fui cayendo en un sueño profundo. Quería dormir y que al despertar todo fuera una horrible pesadilla, pero no todo era verdad.

P.V.O Sofía

¿Cómo se encontrara Sergio?, no dejaba de pensar en el  pero si al menos así está a salvo, me llevaba vendada y en  amarrada no podía ver nada, no sabía dónde me encontraba solo que era una auto en movimiento.

Después de horas de viajes se detuvo y a mí me saco del auto, escuchaba el sonido del viento como si fuera un bosque, seguimos caminando y de pronto se escuchó como si estuvieran abriendo a la fuerza una puerta de una bodega.

Espero que te sientas cómoda zorrita ya que aquí será donde viviremos por un tiempo, hasta que yo logre lo que quiero y me canse de ti a y no te preocupes por tu amiguito porque en este momento tiene que ya estar muerto.- dijo con maldad

NO PROMETISTE QUE NO LE HARIAS DAÑO SI YO VENIA CONTIGO, ERES UN DESGRACIADO, INFELIZ…-dije pero fui interrumpida por un una cacheta.

Cuida mucho tu lenguaje cuando te diriges a mí  porque no tendré compasión contigo.-dijo fríamente

No Sergio no podía estar muerto, el no, ya no tengo razón de vivir la única que tenía me la acaban de quitar.

P.V.O Sergio

Desperté desorientado, no recordaba con claridad que fue lo que paso, necesitaba un poco de agua así que me levante de la camilla y me dirigí al baño.

Cuando estaba en el baño escuche como entraba en mi habitación, sigilosamente me acerque a la puerta para ver quién era el que había ingresada en ella, era un tipo con un arma me querían asesinar seguro que fue ese desgraciado el que lo mando.

Agarre una botella de jabón que se encontraba en el baño con mucho cuidado de no hacer ruido me fui a colocar detrás de la puerta, esta se abrió y golpee al joven en la cabeza quedo inconsciente. Sacaría provecho de este joven ya que me llevaría a donde se encuentra Sofía.

Lo agarre y lo lleve a la camilla, lo amarre de las manos y pies y espera a que se despertara, llevaba más o menos dos horas inconsciente y no despertaba está apunto de mar charme cuando abrió los ojos.

¿Quién te mando a matarme?-dije con voz intimidante  y apuntándolo con el arma para que respondiera.

Y…o no..se nada.-dijo el muy cobarde, me estaba comenzando a aburrir de tanto rodeo quería llevar donde Sofía rápido que ese desgraciado no la tocara, que lo la volviera  hacer daño no lo soportaría.

Me dices a ahora mismo donde se está escondiendo ese desgraciado o no lo dudare un segundo y te matare.- dije apuntándolo con el arma en la cabeza

Está en el bosque que se encuentra afuera de la ciudad en una antigua bodega.- dijo demasiado rápido.

Salí lo más rápido que pude del hospital, quería verla tenerla, hacer la feliz. Corrí a mi auto y conduje hacia donde me había dicho mi supuesto asesino.

P.V.O Sofía

Estaba en un especie de viejo sillón, me encontraba sola  por que no sé dónde se fue a meter ese sujeto a buscar no sé qué cosa. Estaba cortando la cuerda con un clavo que estaba en el sillón faltaba salo un poquito cuando llego, estaba totalmente borracho se estaba aproximando a mi peligrosamente, me tiro al sillón y comenzó a rasgar mi ropa dejándome totalmente desnuda, yo solo lloraba. Se levantó del sillón y se empezó a desnudar el, cuando estuvo completamente desnudo se empezó a masturbar delante de mí. Al rato de masturbarse me comenzó a tocar.

Para por favor, déjame por favor.- dije entre sollozos

Nunca espere demasiado por tenerte así y ahora no perderé mi oportunidad.-dijo tocándome mis senos.

Me estaba tocando mi intimidad, introdujo un dedo en ella fue bruto lo que me causo mucho dolor, me sentía sucia , lo seguía  haciendo me estaba lastimando le rogué que parara pero no lo quiso hacer, estaba a punto de reemplazar su dedo por su sexo, me iba a penetrar cuando la puerta se abrió de golpee y apareció mi salvador.

Siempre hay  luz al final de todo (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora