Respiración

5ªnoche

Una vez más, me encuentro despierto. Sólo hay una gran notable diferencia, no hay ruido alguno. Además, parece que ni la mujer de anoche ni el hombre extraño están en casa.

Se escucha el sonido del televisor, como si se hubiera encendido, pero solo se aprecia el ruido de un canal sin señal.

Ante la inseguridad de no percibir nada anormal, decido levantarme de la cama y dirigirme al salón para comprobar si todo está en orden. "Me pregunto qué narices le pasará a la televisión ahora..." Abro la puerta del salón con algo de temor, como si la cueva de una bestia se tratase.

El sonido de la señal de hace más ensordecedor a cada paso que doy.

Me aproximo los últimos metros y me coloco frente a la pantalla de la televisión. Inmediatamente noto algo fuera de lugar, el mando a distancia se encuentra en la mesa central, exactamente dónde lo dejaron mis padres antes de apagarla y marcharse.

-"¿Qué es lo que está sucediendo? Llevo 5 noches viendo como el televisor se enciende solo sin que nada ni nadie toque el mando" - Me digo a mi mismo, tratando de averiguar el porqué de cada suceso que ha tenido lugar en la estancia en la que me encuentro.

La televisión emite una especie de chirrido agudo, a la par que en la pantalla aparece un fondo negro en lugar del canal sin señal.

En ese momento, la puerta del salón, que había dejado abierta, se cierra de golpe. Giro el cuello en esta dirección, quedando petrificado de terror al ponerme en lo peor. "Quizás no tuve que levantarme de la cama" Devuelvo la mirada a la pantalla y lo que mis ojos ven me deja sin palabras: la mujer que hablaba con el hombre extraño aparece en el dispositivo, sonriéndome como si me conociera de toda la vida.

"Hola, ¿has visto a Carlos?" -me pregunta en un tono apacible.

Me quedo un par de segundos en silencio, sin saber que responder. "¿Carlos? ¿Se referirá al extraño?"

Finalmente decido responder en el tono más educado posible - "Disculpa, pero si habla de el señor que estaba donde me encuentro en estos momentos no tengo la más mínima idea de quién se trata".

La mujer se me queda mirando un tanto sorprendida. El silencio que se forma es increíblemente incómodo. "Espero que sus intenciones sean buenas".

- "Vaya, pensaba que estaría esperándome. Normalmente suele estar ya preparado" - responde aparentemente preocupada.

-"Quisiera preguntar algo. ¿Por qué están en mi casa en las noches y hay tantos ruidos?

Nuevamente la mujer se queda pensativa, como si buscará una explicación a la cuestión que le planteo.

- "Verás, chico. Puede que aún no seas capaz de entenderlo, pero hay cosas que de te han ocultado durante mucho tiempo y deberías saber" - Su tono de voz se ha vuelto sumamente más nostálgico, como si hablara de un tema que la abruma.

Se escuchan los ruidos metálicos de las otra noches, pero esta vez proceden del exterior del salón.

-"Chico, se que tendrás un millón de preguntas, pero debes esconderte tras el sofá, cuando levante las dos manos aprovecharás para correr a tu cuarto. Enciérrate en él y duerme lo antes que puedas. Sobre todo, no dejes que Carlos te vea"

Me quedo atónito, parece que lo que la mujer de la bata me dijo sí tenía lógica. Ambas coinciden en que el hombre extraño no es de fiar.

Los ruidos cesan repentinamente.

En ese momento, la mujer del televisor me indica con el dedo el sofá, por lo que corro hacia este, ocultándome tras él.

Se escucha como la puerta del salón se abre con brusquedad. Seguidamente, de oyen unos pasos aproximarse a donde me encuentro.

-"Carlos, has llegado tarde. ¿Ha pasado algo?"

-"No ha pasado nada, simplemente he estado ocupándome de mi hermano. El muy bastardo ha estado otra vez con el maldito asunto del crío" - el hombre extraño parece estar ciertamente irritado por lo que sea que haya sucedido.

-"Ya sabes que se preocupa por lo que le pueda pasar. No tiene la culpa de lo que pasó, ¿no crees que si llega a enterarse de lo que le puede pasar sería nefasto?"

-"Sinceramente, no me importan las consecuencias que tenga lo que ha de suceder. Sólo me incumbe que se sepa la verdad."

-Sigo pensando que está no es la forma de hacer justicia por lo que pasó. Estoy convencida de que nosotros tres podemos hacer algo para remediar su futuro."

-"¿Su futuro? Ese chico está fastidiado desde el momento en el que nació ese estúpido día. Y creo que tanto tú, como Nadia y José lo sabéis bastante bien"

Tras esas palabras, la mujer levanta ambas manos, dando a entender que es el momento de huir.

-"Cuando llegue tu hermano discutiremos que hacer con él. Por ahora centrémonos en mantener nuestra relación lo más estable posible" - trato de levantarme lentamente mientras no quito los ojos de encima de la escena que tiene lugar.

Se incrementa la señal nuevamente, mientras el hombre, Carlos, acerca su mano a la de ella.

Justo cuando están a punto de tocarse, logro salir de la habitación, cerrando la puerta inmediatamente. A continuación, corro lo más rápido que puedo hasta mi dormitorio, cerrando a cal y canto la puerta. "¡¿Qué están diciendo de mi?!"

Se oye un chirrido en el salón, el cual pasa de un leve pitido a un estruendo ensordecedor.

Mi cabeza está a punto de explotar, no se como reaccionar. La mujer solo me dijo que me encerrará en mi cuarto, pero no especificó que pasaría después.

"Quizás, mañana vuelva a aparecer en el televisor. Si tuviera el tiempo suficiente podría preguntarle acerca de todo lo que ha sucedido"

Una vez ha cesado el molesto ruido, decido girarme hacia mi cama y a tumbarme sobre ella, desplomándome cual cuerpo sin vida. Me quedo un par de minutos mirando al techo, sin saber qué no pensar.
Todo me da vueltas, quisiera entender que tiene que ver todo esto conmigo, pero supongo que será cuestión de averiguarlo por mí mismo.