4ªnoche

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Me despierto estrepitosamente tras escuchar otra dichosa vez los mismos sonidos de golpes de las noches anteriores... Me siento bastante fatigado y con sed, así que decido ir a la cocina a por un baso de agua...

-"Hey, tú. ¿Cómo puedes dormir tan campante a pesar de todo lo que está pasando?"

Al girar la esquina del pasillo, me topo con una mujer de cabello largo y vestimenta únicamente compuesta por una bata blanca."¿Pero que está sucediendo...? Me estoy empezando a plantear el abandonar la casa hasta que regresen mis padres".

-"¿Quién eres y qué estás haciendo aquí?" - le pregunto un tanto temeroso.

-"No importa quién soy...al menos no de momento, sino de quien deberías de fiarte."- me responde en un tono sorprendentemente dulce y  tranquilo.

Me quedo estupefacto..."¿Qué querrá decir con aquello?" Me quedo atento, escuchando lo que está mujer me tiene que decir.
-"No sé si eres consciente de que ese hombre que tan extraño te resulta es, en el fondo, alguien muy familiar. Aunque claro, no me extraña que se te haya olvidado, eso quiere decir que hace bien su trabajo."

Me quedo atónito y trato de buscar el sentido de las palabras que esta persona me está proporcionando. Sin duda,  algo extraño está sucediendo, algo que al parecer no soy capaz de recordar.

-"Vaya, parece que que te ha comido la lengua el gato, ¿eh?"- dice la mujer con un tono un tanto peyorativo -"No te preocupes, no te haré daño, lo prometo. Solo vengo a comprobar que sigues con vida."

Poco a poco una imagen se va formando en el mi mente, aún está un tanto borrosa y fragmentada, pero la descripción superficial deja algo en claro: un accidente de tráfico, un camión aplastando a un automóvil, cinco personas... Es entonces cuando me doy cuenta de algo, "¿Será que ya estoy recordando lo que se me olvidó?".

-"Perdona, pero quisiera saber algo"- trato de formular mi pregunta, pero es en es mismo momento cuando sin previo aviso, ella me tapa la boca con las manos. Trato de pedir auxilio, temiéndome lo peor. Sin embargo, pasados unos poco segundos comprendo el porqué de su actuación. En la otra punta del pasillo se encuentra aquel sujeto que tanto misterio ostenta, pero esta vez porta un semblante más sombrío de lo normal. Se escuchan los mismos ruidos de siempre y el televisor del salón se enciende de la nada.

-"Cuando se vaya hacia el televisor corre a tu cuarto y no mires a atrás"- me susurra la enigmática señora, mientras no aparta la vista del hombre que tenemos delante.

Se escuchan más ruidos, los cuales pasan a convertirse en golpes metálicos, como si alguien o algo estuviera intentando romper una barra de hierro. En un instante, el hombre misterioso sale disparado hacia la estancia de donde procedían los golpes, dejando la vía libre para que corriera a mi cuarto. Al pasar por el salón trato de no mirar dentro del mismo, pero la tentación me puede y termino por hacerlo. Lo que mis ojos logran apreciar es espeluznante: se repite la misma escena de la segunda noche, pero esta vez se vislumbra una joven al otro lado de la pantalla; apoyando la mano contra la del hombre misterioso.

 -"Carlos... yo"- logro escuchar antes de que la puerta de la sala se cierre golpe.

Al alcanzar el pomo de mi puerta lo giro con rapidez y me adentro en el cuarto, cerrándola con pestillo. "Esto me está superando, ¿porqué me tiene que pasar esto justo cuando no hay nadie que pueda ayudarme?". Pego un salto hasta alcanzar mi cama, enrollándome prácticamente al instante en las sábanas.

-"Creo que debería tratar de conciliar un poco el sueño...Quizás la falta de descanso me está pasando factura"- murmuro para mí, tratando de mentalizarme de que todo lo que está sucediendo es obra de una ilusión.

Los estruendos procedentes del salón cesan de un segundo a otro, dando lugar a un silencio abrupto.

"Definitivamente debería dormir un poco, ya pensaré que hacer mañana". Cierro los ojos y en cuestión de instantes me quedo dormido.

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