Comienza sonando Stressed Out De Twenty One Pilots
- ¡Pero papá, no quiero ir a la psicóloga! ¿Por qué debo de ir por un simple dibujo? -
- Hey Sam, la psicóloga no es tan mala, en algún momento todos necesitamos ser escuchados para poder solucionar cosas que nos atormenten... -
- ¿Atormentarme? ¿Qué es lo que me atormenta papá? No tengo ningún miedo, trauma, molestia. No tengo nada, ¿Es por el dibujo que hice? ¿¡Es por eso!? ¿¡Le vas a hacer caso a una profesora de arte!? Ya muy bien sabes que todas las profesoras de arte están locas. -
- No... Bueno, sí, es por eso que deberás de ir a la psicóloga y yo no decidí esto para que lo sepas, esto lo decidió tu propio colegio, quien al ver ese dibujo se quedaron ¿Aterrorizados se podría decir? -
- Es un maldito dibujo papá, no es más que eso. Un dibujo, ¿Qué tiene de aterrador un maldito e idiota dibujo? Me pidieron que demuestre mis 2 lados y yo solo hice eso... Cumplí con la consigna que me habían puesto y ahora estoy yendo a una psicóloga por haber hecho lo que me pidieron, ¿No te parece incoherente? -
Sam se quedaría apoyada en la ventana del coche mientras iba recordando lentamente lo que había sucedido en la hora de arte.- Muy bien alumnos, el colegio me pidió que hagamos un proyecto bastante interesante en el cual deberán de dibujar sus 2 lados, ¿A qué me refiero con esto? Quiero que hagan un círculo en la hoja y ese círculo lo dividan en dos, de un lado pondrán como creen que son en sus dos versiones, ¿Van entendiendo como es? -
Después de haberle prestado atención a la profesora, Sam empezó a hacer el dibujo que le causo bastantes problemas.
- ¿Qué dibujas Sam? - Dirían sus amigas
- Pues a mí, ¿A quién más? Duuhh. -- Ehm.. ¿Enserió eres tú Sam? No lo parece... ¿Dibujaste al revés quizás? - Dirían las amigas algo asustadas.
- ¿Por qué lo dices? - Sam no parecía entender a sus amigas, por lo tanto se quedaría algo extrañada a la pregunta que le habían hecho.
- Pues... Te dibujaste al revés, pusiste tu lado malo como el bueno y tu lado bueno como el malo, esas no eran las consignas Sam. -
- ¿Aja...? ¿Y eso qué tiene que ver? Yo me dibuje tal y como me veo, si a ustedes no les gusta me da igual, yo estoy cumpliendo con la consigna de la profesora. Ahora, ¿Eso les molesta? Porque a mí no me va a interesar la opinión que ustedes tengan. -- Sam se quedaba algo amargada por los comentarios de sus amigas y continuaba con su dibujo. -
- Y ahora como continuó est... - Sam empezaba a escuchar cómo era llamada para que salga del trance.
- ¿Sam? ¿Saaaaam? Despierta del trance Sam, llegamos. - Decía su padre el cual estaba algo nervioso por haberla traído a la psicóloga por primera vez.
- ¿Uh? ¿Dónde estamos? Ah, ignora lo que dije... Ya estamos donde la psicóloga.- La cara de Sam habría cambiado drásticamente, ese momento de viaje donde la música que más le gustaba había terminado y ahora tendría que afrontar un nuevo problema.
- Papá, enserio... ¿No puedes hacer algo? No quiero entrar al consultorio de esta mujer, siento que me va a decir cosas que no me gustan y tampoco quiero escuchar... Va a decir cosas estúpidas de mí y va a estar completamente equivocada. -- Sam... Sabes, esto también es difícil para mí, no fue fácil recibir la noticia de que tendrías que ir a la psicóloga, imagina como se hubiese puesto tu mad... - Las palabras del padre de Sam fueron cortadas por ella misma, tal parece que algo le molesto e hizo que su papá se calle.
- No, no hables de ella... Ni se te ocurra, no quiero que la vuelvas a mencionar nunca más... Sabes que hablar de mamá me genera dolor y me estás haciendo recordar ese dolor. -
Sam se callaría y junto a su padre empezarían a caminar rumbo al edificio donde se encontraba la psicóloga.
- Oye pa... No quiero ir, no quiero entrar, no quiero escucharla, no quiero hacer nada de lo que me diga... ¡No quiero no quiero no quiero! -
- ¡SAM! - Diría su padre con bastante autoridad, estaba estresado de escuchar las quejas de su hija
- ¡Hmpf! - Y Sam terminaría haciendo silencio para entrar a la sala de la psicóloga.
- Pa, ¿No vas a entrar? -
- No puedo Sam, la conversación con la psicóloga solo es tuya y de ella, no tengo porque entrometerme. Por cierto, recuerda que te estaré esperando en el auto cuando termines. - Su padre le haría cierta seña a Sam y se iría.
- (¿Y ahora que se supone que tengo que hacer?) - Decía Sam por dentro, no tenía idea de lo que tenía que hacer aquí dentro. -
- Bienvenida Samantha, soy Violeta, la psicóloga que te va a atender por un tiempo. -
- Ehh... Sisi, hola Violeta, supongo que ya sabes la razón por la que estoy acá, ¿Verdad? Y si no la sabes déjame decirte que es la ¡Maldita cosa más estúpida del mundo! -
Violeta se quedaba en silencio, escuchaba a Sam y todo lo que ella decía. No anotaba nada, pues no le parecía muy necesario.
- ¡Esa estúpida profesora seguramente me odiaba! ¡Todos mis dibujos para ella son horribles! Y como si fuera poco... Nada, olvídalo. -
Cuando Sam había terminado de hablar, Violeta aprovecho para poder preguntarle algo.
- Sam, tengo una duda... ¿En tu dibujo tú te ves así? O solo querías hacerle una pequeña broma a tu profesora. -
Sam al escuchar eso se molesto, pues sintió como si la trataran de payasa.
- ¿Acaso tengo la nariz de un payaso y zapatos grandes? No, no me ves con eso. Por lo tanto es así como me veo, ¿Tienes algún problemita con eso? ¿Acaso me vas a criticar y recetar que me vaya a algún médico rarito para que me haga tratamientos? -
Violeta se mantenía en silenció, prefería dejar que Sam se desahogue, que exprese sus sentimientos y así ella podrá trabajar.
- No Sam, no te veo como una payasa ni tampoco te voy a recetar que vayas a algún médico... Solo quería saber si es así como te veías y ahora lo tengo claro, déjame decirte que no eres la primera la cual viene por lo mismo. -
Violeta ya había empezado a tomar la palabra y comenzó a charlar con Sam.
- Bien Sam, supongo que te molesto que te manden aquí y te trataran como loca, déjame decirte que no estás loca, eres más normal de lo que es la gente. -
- ¿Entonces por qué estoy aquí? ¿Por qué me mandaron a una psicóloga al instante? ¿Nadie pensó si esto me podía afectar o algo así? -
- Si fue pensando Sam, si no, no te hubieran mandado aquí directamente y si te trajeron aquí fue para entender que es lo que te sucede. -
- ¡Ya se lo dije! ¡No me sucede nada! ¡Yo estoy perfecta! No tengo ningún maldito problema. -
- Sam, ¿Por qué te enojas? -- ¿Por qué me enojo? Porque me parece molesto el hecho de que crean que tengo algún maldito problema, yo no tengo nada... El problema lo tienen ustedes al buscar una explicación "lógica" para todo... Haz un dibujito para esto, haz otro para esto. Oh, ese dibujo significa esto y este otro dibujo es esta otra cosa... ¿Para ti tiene sentido eso? Identifican los problemas con simples dibujos cuando el problema más grave quizás es otro. -
- ¿Entonces estás pasando por un problema mayor al de un simple dibujo? -
- No... ¡Bueno si! Pero eso no importa, no tiene nada que ver a esto. Mi escuela me hizo venir por lo del dibujo y no por otras cosas, así que no te interesa lo demás.-
- Me parece bien, ahora quiero que me cuentes qué significado tiene el dibujo que hiciste.-- ¿Estoy obligada a hacerlo? -
- No, no lo estás. Si no quieres no me cuentes pero si me gustaría que me pudieras dar la razón por la cual no quieres contarme. -
- Hm... Simplemente prefiero guardarme los significados que tienen mis cosas para mí, no me interesa que otras personas se pongan a fijarse lo mío o lo que yo estoy haciendo.
Es estresante y también molesto a la vez escuchar las críticas de las personas que quizás estén rodeándote y sus excusas son "Solo te estoy cuidando"¿Cuidando? ¿Cuidar es lastimar a alguien? Porque si eso es cuidar, me equivoque de mundo en el cual nacer. -
- ¿Por qué crees que te dicen esas cosas que a ti te molestan Sam? -
- Porque les gusta escuchar mis respuestas, supongo que quieren hacerme enfadar para después buscar alguna estúpida forma de acusarme con algo... Con cualquier cosa - Diría en voz baja y mirando hacia otro lado.
- ¿Dijiste algo más? -
- No, nada... ¿Nos queda mucho tiempo de sesión? Tengo clases de guitarra y no quiero faltar. -
- Tranquila Sam, llegarás a tiempo a tus clases, así que antes de despedirnos quiero pedirte algo más. -
- ¿Qué necesitas? -
- Quiero que anotes en la hora de clase las cosas que te estén molestando...Cualquier cosa, no importa lo que sea. -
- ¿Hasta el ruido de una mosca? -
- Si, hasta ese mismo ruido y me gustaría que añadas la razón del porque te molesta el ruido de la mosca. -
- ¿Enserió? ¿Eso nada más? -
- Pues sí, tampoco es que te iba a pedir que me hagas un diario con todas las cosas que viviste. -
- Creo que prefiero más lo de anotar lo que me molesta. . . -
El ambiente quedaba con un silencio incómodo por unos segundos hasta que Violeta se levantaba y caminaba hacia la puerta. Allí estaría el padre de Sam esperándola.
- Sam tu padre ya está aquí, nos veremos la semana que viene si es que quieres.-
- ¿No se supone que me iba a estar esperando en el auto? -
- Supongo que decidió venirte a buscar. -
- Seh, supongo. ¿Entonces tengo que venir la semana que viene? -
- Si tú quieres venir puedes hacerlo, queda en tu decisión. -
- Okay, vendré... ¡Hasta luego! -
Y Sam saldría del consultorio de la psicóloga junto a su padre, esté mismo estaba nervioso pues no sabía que es lo que le diría su hija y por lo tanto se mantuvo callado hasta ambos llegar al auto.
- ¿Todo bien Sam? -
- Si pa, perfecto. - Diría con un tono cortante el cual mantuvo todo el camino hacia la casa.
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Sola y al medio
Teen FictionHey lectores, que onda? Soy Sam, la protagonista la cual les va a contar sobre su vida. ¿Qué esperan para leer? No, en serio.. ¿Qué están esperando para leer? ¿Un mimo o algo así? Vayan a leer ahora y dejen de ver la descripción.