Llegué a mi casa, salude a todas, pues mi padre estaba trabajando, no tenía muchas ganas de comer así que dí mis explicaciones y tomé un cuaderno y un lápiz y me fui a un parque que hay cerca.
Mientras caminaba veía mover las hojas de los árboles al compás del suave viento. Estaba soleado, los pájaros cantaba alegremente, caminaba tranquilamente, sonreía, estaba feliz por alguna razón desconocida, me sentía tan completa en ese lugar, como si, por alguna razón los problemas que atormentaban mi mente ya no existieran.
Llegue al parque, habian unas cuantas personas, niños jugando en los columpios, unas cuantas parejas, y una de ellas me llamo la atención.
Era una pareja de adultos, se encontraban sentados en el césped, se podía notar el amor entre ellos tan solo con la mirada.
Me senté bastante lejos de las personas, saqué mi cuaderno y mi lápiz.
Abrí mi cuaderno, las mayoría con las hojas escritas por canciones sin completar por canciones que hago yo misma cuando me encuentro aburrida.
Tenía una idea en la cabeza, no era,muy clara, empecé solo con frases que se me ocurrían.
...
...
...
Cerré mi cuaderno, guarde mis cosas, me coloqué la mochila en la espalda y me levante.Iba caminando tranquilamente, cuando siento algo impactante en mi nuca. Me doy vuelta y había sido una pelota, eso dolió mucho. A lo lejos veo un chico acercarse era bastante alto, piel pálida que al darle justo el sol en la cara parecía dorada, su pelo levantado, muy guapo.
Se acercaba más y más, en su cara se podía notar algo de vergüenza y arrepentimiento? No, no lo creo.
Oye, lo siento tanto, fue un accidente - tomando la pelota del suelo.
Yo algo confundida asentí con la cabeza, la mayoría ni se disculpa conmigo o me dice "cuidado torpe!"
Te duele? - dijo hablando enserio.
Hey Sebastián, por que tardas tanto - dijo un chico acercandose a nosotros.
Oh no, era luke, debo irme rápido antes de que me vea. Pero como siempre, la suerte no estaba de mi lado, di unos pasos hacía atrás apresurada y caí.
Sebastián se acerco rápidamente y me tendió su mano, justo vuando la iba a tomar llega Luke.
Oye, ya vamos, te estamos esperando - dijo Luke sin notar mi presencia, no duro mucho ya que dirigió la mirada hacía mí.
Oh que tenemos aquí - dijo con una sonrisa cínica.
Qué haces aquí rarita? - dijo remarcando la última palabra para luego reír. Yo solo baje la cabeza, las lágrimas amenazaban con salir.Oye Luke, que dices? - dijo Sebastián en tono confundido
Me levanté como pude y salí corriendo de ahí.
A lo lejos escuche "Espera!" Pero no me dí vuelta, seguí corriendo lo más que pude sin detenerme. Llegué a la casa bastante agitada, entre y cerré la puerta, detrás de mi tiré la mochila al suelo, estaba abierta. La tomé y faltaba mi cuaderno, no no no, como pudo pasar? Como pude ser tan descuidada de no cerrar bien la maldita mochila. Y si se la muestra a alguien? Agh eso sería lo peor.
Mis manos temblaban, yo temblaba. No sabía que hacer, quería romper todo, gritar... Pero solo pude llorar. Llorar de fustracion, de enojo, ya no podía hacer nada al respecto.
Al día siguiente me levanté a las 06:30, es martes colegio de nuevo, estaba muy nerviosa, tal vez podía faltar o podía mandar una nota diciendo que solo me enferme, o solo no ir. Pero debía ir, tenía un examen muy importante.
Me dirijí al baño, cepille mis dientes, luego tomé un baño.
Salí, busqué ropa que ponerme, bajé rápidamente las escaleras, 07:15 a.m, no tenía mucho tiempo, bebí un vaso de agua y tomé mi mochila.
Me dirigí a la parada, hoy si pasaba el autobús, hacía algo de frío, pero no me importaba. 10 minutos después llega el autobús, subí y me senté en la primera fila como siempre.
Miraba hacía fuera, todo parecía tan tranquilo a esta hora de la mañana, miré al frente y me encontré con la mirada del chico de ayer, Sebastián.
Por que tenía que subir justo ahora a este autobús?
Se saco la mochila, miro los asientos vacíos, habían bastantes, pero decidió sentirse junto a mí. Estaba muy nerviosa, mis piernas temblaban y mis manos temblaban.
Oye, ayer se te quedo esto - lo escuché hablar, tenía la vista clavada hacía afuera, no quería mirarlo, sentí algo en mis piernas, miré hacía abajo y era mi cuaderno. Sorprendida lo tomé, lo abrí, no habían hojas rotas, rayadas o insultos hacía mi en ningún lugar. Aliviada lo miré.
Gracias - le dije en un susurro
De nada .... - dijo para que le dijera mi nombre
Sam, emh, Samantha, mi nombre es Samantha.- Dije confundia y nerviosa
Era la primera vez que alguien me brindaba una sonrisa amable... y eso me gustaba.