🔲 Golden Cage 🔲 ⁅Dabi•Hawks⁆

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Ambos disfrutaban de ese ambiente y el amor pasional que estaban creando. Lejos de los deberes del trabajo y los muchos problemas que tenía su matrimonio.

—se... Se siente extraño... —Keigo miraba los dedos de Touya invadiendo en su interior y no podía evitar sentirse extraño, nervioso, avergonzado y tembloroso.

—es demaciado estrecho—Touya seguía moviendo los dedos  tratando de controlarse.

—ahí... Se siente extraño—Keigo estaba listo para hacerlo, pero todas esa sensaciones nuevas lo hacían querer parar—sacalo...

Touya no hizo caso.

—¡Te dije que lo sacarás!~ —Keigo sujeto la mano de Dabi tratando de parar los movimientos extraños.

Dabi seguía jugando con la entrada del rubio y cuando él quiso alejarlo encurvo los dedos tocando justo en ese punto dulce.

—¡Ah! —Keigo se estremeció hechando la cabeza hacia atrás— ¡Se-se siente muy extraño ahí! —sujetó la almohada en su cabeza con fuerza—¡Ahhh!~ ¡No me gusta!

—¿No te gusta?—lo miro a los ojos.

—N-no lo sé...—cerro los ojos con fuerza mientras jadeaba sin control, su mente era un caos—¡Aaahh...! No se que hacer.

—maldicion Keigo... No puedo ser brusco contigo—Touya se alineó y entro en una sola estocada—, pero ya no puedo soportarlo, por favor aguanta.

—¡Aaahhh!... Mmhh—las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Keigo.

—¡Me duele!.. sácalo ¡Sácalo rápido! —Keigo paso las manos en el pecho de Touya tratando de quitárselo de encima— ¡¿Porque lo pusiste?!

—lo siento ¿Podrías aguantar un poco más, sí?—Touya saco su lado más comprensivo y beso cada lágrima que salía de los ojos colores miel—solo relájate un poco.

Keigo seguía jadeando. Le faltaban muchas cosas, una de ella la experiencia y el valor para soportar todo lo que se venía.

Le faltaba el aire, su mente no le respondía. Estaba totalmente fuera de si cuando Touya comenzó a moverse.

Lo sujeto de las caderas con fuerza y comenzó las embestidas.

—¡Ah, Touya... despacio! —Keigo gemía sin descanso mientras buscaba algo para sujetarse.

—¿Sabés cuánto tiempo e esperado por este momento? —Touya embistió con más rapidez y fuerza.

Al diablo el auto control. Levanto a Keigo y lo sento sobre si.

Keigo se sujeto de los hombros de su marido como podía, las embestidas se volvieron feroces y desesperadas tocando justo el punto exacto una y otra vez.

Unieron sus labios en un besos húmedo y sofocante.

—Te amo... no sabes cuánto te amo Keigo—Touya dejo marcas por todo el cuello del rubio como si firmara un contrato de por vida.

Inconscientemente Keigo comenzó a dar pequeños saltitos sobre el miembro de Touya. Se sentía próximo al clímax.

—¿Te gusta?... —El pelirrojo tomo la pequeña cintura y movió al rubio de forma circular aumentando la velocidad de cada estocada—responde... —ordeno— dime cuánto te gusta que te folle...

—Me gusta... Más... Más rápido —Keigo enterró las uñas en la espalda del pelirrojo conforme se sentía al borde de la liberación—por favor...