high enough 高い kookmin

parte uno

Si relacionamos una palabra a un determinado grupo de personas, se puede ligar el procrear a los omegas. Es decir, mayormente fue por mucho tiempo la posición que han tenido, al ser la categoría mas baja jerárquicamente, los tratos hacia estos tomaban un camino de mal en peor. Un tópico repetitivo, sin estar cerca de ser el sol luego de la tormenta.

Las posibilidades siempre serian nulas, no importa el tipo de clase social o el escaso posicionamiento, el trato seguiría su mismo rumbo sin un mero reconocimiento a la especie autodenominada débil. Los omegas seria la fuente de mantener a la manada y un camino hacia las futuras generaciones de alfas, betas y mas omegas. Con una condena de ser la sombra de quien le marcara en la unión de su cuello, quitando la escasa libertad de estos con una atadura de pertinencia a la especie altamente posicionada.

Con los tiempos surgen insatisfacciones y movimientos para hacer una diferencia, entonces por qué no disfrutar de elegir un atajo en su vida, un nuevo rol o un descubrimiento en su vida sexual. Miles de preguntas que rodeaban a los omegas y con atrevimiento a enfrentar el miedo, con esfuerzo de años y épocas, levantar un poco su voz sin temor a doblegarse a la voz mas fuerte. No existía la especie mas débil, no era aquel una fuente de crías, un cualquiera por ceder a sus deseos primitivos en sus épocas de sensibilidad.

Eran cualidades y demasiados títulos como para escribir en un libro dirigidos a esta especie, nacer como uno de ellos era condenarse a un infierno seguro. Entonces la sociedad se divide, quienes no y quienes si en un debate donde los omegas tuviesen la posibilidad de ser su propia especie. Caos y disturbio sumado a la gran consecuencia de desequilibrio en las manadas.

Los omegas eran libres de alguna forma pero, el rechazo y falta de respeto era latente en el alrededor. Tenían poder de decisión y ocurren cambios en las grandes posiciones, ya no eran alfas o betas, también había omegas.

Surge un amor entre alfas con alfas, duramente con el tiempo fue aceptado y a diario ya se ve mas reconocido. Los betas se abrieron paso y no eran un plano poco visible, respetados en la intimidad ya sea con un alfa u omega.

La libertad en los omegas se fue adaptando, sin embargo su decisión en el amor no. El encontrar a su compañero de vida era un motivo para festejar y halagar la imagen de este, pero eso ocurría cuando era un alfa. Los betas en una situación de menos presión no contraían una pareja destinada, tenían la posibilidad de elección.

Un omega enlazado a otro de su misma especie desataba muchos conflictos, en un decir simple aquello no era bien visto.

Aquello para cierto omega no era un problema que deba hacer una explosión en la comunidad. Jimin con tan solo 15 años decidió enfrentar a sus madres y no ceder a su voz, un omega fruto del amor de dos alfas. En contra de todas las creencias posibles, aquel omega comenzó a experimentar sus propios gustos.

Incluso las creencias que nacían de los movimientos de los omegas.

Limpiando tranquilo sus pinceles, se encontraba observando el resultado de su esfuerzo en el lienzo. El cuerpo delgado y delicado de una omega estaba retratado, fresco todavía daba la bienvenida a observar el desnudo de una mujer. Admiraba el resultado, aquella omega era preciosa y encantado él por retratar cada proporción de piel desnuda. Luego de haber concluido su ciclo de bellas artes, ya nadie podía cerrarle la oportunidad de experimentar, decidido en ello su entusiasmo lo llevo a retratar desnudos y experimentar la pasión y el deseo.

Seguir una carrera con poca salida fue el gran desafío para Jimin, que a diferencia de otros decidió utilizar la peor herramienta que le fue otorgada: la libertad de expresión. No le importó que sus madres estuviesen en contra de su decisión, hizo lo que quiso y se esforzó en ello. Ganó experiencia y cuando pudo respirar en paz consideró conocer y descubrir su propia sexualidad. Nunca tuvo una relación tampoco interés romántico, puso foco en hacer lo que le gustaba y a sus 25 años trazó el limite de lo moral acostándose con su compañera de trabajo, alguien de su misma especie.