capítulo veintisiete.

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El silencio reinaba en la lujosa oficina, con la decoración de color vino combinado con el color blanco haciendo juego con el vidrio transparente que dejaba entrar la armoniosa luz del sol y que dejaba ver parte de Shangai, una vista hermosa

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El silencio reinaba en la lujosa oficina, con la decoración de color vino combinado con el color blanco haciendo juego con el vidrio transparente que dejaba entrar la armoniosa luz del sol y que dejaba ver parte de Shangai, una vista hermosa.

El silencio que era opacado con los constantes tecleos de la computadora, fue obstruido con el sonido del teléfono situado en la esquina del escritorio elegante. Los finos dedos tomaron el comunicador para llevarlo a su oreja.

—Presidente, el señor Seo y el señor Kim están esperando en la sala de juntas. —La suave voz de su secretaria informó.

Una sonrisa se pintó en los labios de cereza.

—Gracias por avisarme, Min. —El doncel colgó el teléfono, para después cerrar su computadora, no sin antes guardar su trabajo.

Felix se levantó de su escritorio, arregló las inexistentes arrugas de su saco, tomó los documentos situados al lado de su teléfono, para después rodear el escritorio y salir de su oficina. El aire imponente rodeándolo en su totalidad así como el aura tensa.

Un traje de tres piezas de color azul marino, con la corbata pulcramente arreglada, sus zapatos brillosos; un peinado dejando de lado sus cabellos dejando caer unos cuantos mechones por su frente, con un suave delineado y maquillaje que mostraba levemente sus pómulos, pero sin parecer femenino, en su lugar se miraba atractivo y elegante.

Tomó el ascensor y al llegar al piso asignado salió del transporte metálico y caminó a la sala de juntas, sin una gota de duda abrió la puerta que llevaba a la sala de juntas. Al entrar su mirada fría se intensificó, sus labios se apretaron en una línea recta y sus manos se apretaron alrededor del papel que llevaba en sus manos.

SeungMin y ChangBin, quienes estaban sentados a una distancia considerable del otro, se levantaron de sus asientos al verlo entrar. El castaño caminó sin siquiera molestarse en saludar a ninguno, se sentó en el asiento principal, dejó los papeles en la mesa y tras soltar un suspiro, levantó la mirada para mirarlos a ambos; SeungMin no se inmutó mientras que ChangBin trago fuerte y desvío la mirada no queriendo mirar a Felix.

Ambos ex amantes volvieron a sentarse.

El castaño soltó una risita divertida, negó con la cabeza tras soltar un siseo y decidió interrumpir el silencio insoportable que rodeaba la sala.

—Así que realmente engañaste a Chan con éste imbécil, vi las fotos, ChangBin tiene el mismo tatuaje en el brazo que el maldito que te follaba, así que no lo niegues. —Suelta sin más, obteniendo la mirada cínica de SeungMin. —Además, Chan me lo dijo.

—No lo estoy negando. —El doncel masculló, para después volver la mirada a la mesa.

—Es bueno que no lo hagas. —Felix pasó su fría mirada a ChangBin —ChangBin, ChangBin, ChangBin... ¿Cuántas veces te dije que te detuvieras?

you are my destiny › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora