Capítulo único

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Sin ninguna expresión en particular miraba los puntos blancos que el mismo había pegado al techo negro de la habitación. Buscaba entre esos puntos alguna figura inexistente mientras la canción Sick of it inundaba sus oídos

Frunció el ceño cuando una raya de luz iluminó el techo, se sentó rápidamente en la cama listo para echar a quien sea haya abierto la puerta, pero las palabras se le atoraron en la garganta al distinguir su pequeña figura

Komori movió su boca al hablar pero el no la escucho ya que aún tenía los auriculares puestos, se los quitó de forma torpe dejándolos en su cuello

—Komori ¿Qué pasó?—balbuceo su pregunta

La castaña rió levemente al ver al chico tan desconcertado—Toqué pero no respondiste, supuse que estabas escuchando música, y no me equivoque—dijo cerrando la puerta del cuarto, después de cerrarla encendió un interruptor quedando ambos iluminados por las luces led azules

Si hubiera sido cualquier otra persona probablemente Shihai se hubiera quejado varios minutos antes de dejarlos entrar, pero con su novia era otra historia

—Solo venia a ver si deje mi libro aquí—explicó adentrándose más en la habitación

—Ah si, en mi escritorio-señaló el libro—Lo dejaste la otra noche, me di cuenta hoy después de clases-dijo el peliblanco sentándose en el borde de la cama

En silencio la castaña tomó el libro del escritorio y miró a su novio

—¿Qué escuchas?—preguntó sentándose a su lado, dejó el libro a su lado

—Skillet—respondió sentándose contra la pared

Komori solo asintió, conocía la banda, pero solo había escuchado una que otra canción que le había enseñado Kuroiro

—¿Puedo escuchar?—

El peliblanco asintió desconectando el teléfono de los auriculares. Komori se movió para quedar al lado del chico. La miró más atentamente, notando que llevaba una de sus sudaderas negras que tenía el logo de Deep Dope en blanco, la sudadera le quedaba tan grande que le llegaba a medio muslo. Su cabello castaño estaba sujeto en dos moños dejando su flequillo suelto, el cuál ella había movido dejando ver uno de sus ojos

—¿Kuroiro?—movió una de sus manos frente a su rostro, el chico parpadeó un par de veces—¿Qué pasa?—

—Nada—sonrió sutilmente sin mostrar dientes—Te ves tierna—

"Más que siempre", pensó, pero ni loco lo diría

Kinoko se sonrojó y le sonrío. Sorprendió al chico cuando volvió a acomodarse quedando sentada entre sus piernas, la espalda de ella pegada a su pecho

La muchacha volteó a verlo, soltando una risa al verlo con las mejillas colorodas y el semblante nervioso

Sintió como los nervios se desvanecían de a poco al escucharla reír. Era una risa muy dulce. Se permitió sonreír nuevamente y envolvió sus brazos al rededor de ella aún con el teléfono en las manos

—¿Cuál quieres escuchar?—le preguntó apoyando el menton en su hombro derecho

Komori miró unos segundos la pantalla del teléfono, si bien el rock no era su favorito no le desagradaba, y le gustaba escucharlo con Kuroiro. Finalmente se enfoco en un título de una canción en particular

—Esta—le dio click a la canción y se acomodó mejor en el pecho de su novio

Kuroiro dejo el teléfono a un lado de ellos y la abrazó mejor contra el. Le sorprendió que eligiera esa canción, pero fue una grata sorpresa al ser una de sus favoritas

No
You'll never be alone
When darkness comes I'll light the night with stars
Hear the whisper in the dark

Con delicadeza el peliblanco empezó a jugar con los mechones del flequillo castaño. Kinoko rió levemente sin voltear a verlo. La joven alzó sus manos al frente y empezó a mover los dedos, como si algún hilo o el viento se intercalara entre sus dedos, los movía con tranquilidad

Pero su movimiento se vio interrumpido cuando la mano izquierda de su acompañante tomó su mano derecha. Las juntaron, palma con palma

—La mía es más grande—dijo sonriente Kuroiro. Si alguien lo viera probablemente le parecería extraño verlo sonreír de esa manera, pero con ella siempre sonreía. Su sonrisa le pertenecía a ella

—Eso era obvio—le respondió la castaña riendo levemente y entrelazando sus dedos con los de él

Kuroiro solo sonrió para si mismo y beso su mejilla. Komori en respuesta soltó su mano y volteó su cuerpo para quedar de frente a él, aún sentada entre sus piernas

Los pequeños dedos de la joven se pasearon por la cabellera albina mientras una leve sonrisa permanecía plasmada en los rostros de ambos chicos. Las manos de ella dejaron su cabello para dejarlas en sus hombros

Kuroiro permanecía callado, embelesado por la hermosa chica frente a ella, inclino su rostro al de la fémina y beso su nariz, luego su frente, una mejilla y luego la otra, repartió besos por todo su rostro haciendola reír con ganas

La melodiosa risa de Komori se le contagió, en serio si sus amigos lo vieran en ese estado seguro preguntarían si estaba enfermo o algo, pero simplemente no podía evitarlo, no estando con ella

—Me haces muy feliz—soltó honestamente el chico

Ella le sonrío antes de acercar su rostro al de él y besarlo con cariño. En medio del beso las manos de ella acariciaban el cabello de él, y el muchacho le acariciaba las mejillas con dulzura. Estuvieron así unos segundos más antes de separarse

—Tu también me haces muy feliz, Kuroiro—la sonrisa de la chica no mostraba nada más que felicidad, sus brillantes ojos como estrellas bajo la luz azul

Shihai solo atinó a envolverla en un abrazo, ella correspondió al instante apoyando el menton en su hombro, rió levemente al sentir la respiración del muchacho en su cuello

Kuroiro escondía el rostro en el cuello de ella, sus mejillas estaban sonrojadas, pero la sonrisa en su rostro nadie se la quitaba

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Tal vez me pase de empalagosa pero no lo pude evitar, este par es adorable

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