Blanco, Negro y Color

Capítulo 1: Sadie

Ella es Sadie. Una chica morena con los ojos muy negros,  es bajita, tiene el pelo corto y tiene 20 años. Para empezar, hablemos un poco de su pasado.... Cuando tan solo era una niña, su madre murió en un accidente de avión cuando viajaba a Bolivia por trabajo; su padre la crió pues, y creció en un piso rodeada de gente increíble como su abuela (que vivía con ella, su padre y su gato), y su padre. 

Su padre se pasaba las mañanas trabajando para poder mantener la casa, y la abuela hacía labor como ama de casa. Esto hacía que Sadie pasara el mayor tiempo del día durmiendo y cuando llegaba su padre, despertaba.  

Sadie estaba siempre muy interesada en las películas románticas, y no le gustada nada leer. Una vez vio una película en la que dos mujeres se besaban, a lo que fue a preguntarle a su padre si eso estaba bien. Él obviamente dijo que sí, que es perfectamente normal. Y ahí entró su curiosidad por este mundillo. 

A los catorce años besó a una chica. Sí, había besado a chicos, pero nunca a una chica, así que fue hacia una chica bastante atractiva a su parecer y la besó en frente de todos. Ella le siguió el juego, por que al parecer, le gustó al igual que a Sadie. Se quedaron en shock después del beso, y Sadie decide conocerla. Amber y Sadie se volvieron mejores amigas después de conocerse muy bien, pero Sadie quería más de Amber, y Amber, le correspondía, pero esta sociedad les impedía ser felices por lo menos en una etapa de su vida muy importante: la adolescencia.

Solían pasar el día juntas hasta que los padres de Amber tuvieron que mudarse a otro país. Amber obviamente no quería mudarse por Sadie, pero Sadie lo entendió. Se prometieron hablar por correo, pero la primera carta llegó de parte de Amber, y a los dieciséis años, Sadie estaba muy ocuapada en sus estudios, por lo que la dejó para más tarde y así fue que nunca le devolvió la carta a Amber. Así que Amber siguió haciendo su vida y Sadie la suya, pero nunca se olvidaron.